Según las encuestas, Entre Ríos es una de las provincias en las que La Libertad Avanza (LLA) podría ganar las elecciones de octubre sin ser parte de una alianza. Eso le daría a Milei dos senadores y seguramente dos diputados.

Dos senadores son los que se lleva el partido que sale primero. Y, en un escenario de tercios, dos diputados es lo que podría resultar del reparto proporcional de las cinco bancas que renueva Entre Ríos este año en la Cámara Baja. El segundo podría obtener dos y el tercero una.

En esta lógica, con LLA yendo sola a las elecciones Javier Milei podría sumar de Entre Ríos más votos propios puros en el Congreso que en una alianza con Rogelio Frigerio, donde un reparto racional de los espacios le aportaría dos legisladores. Podrían ser los dos senadores (si el interés primero del Presidente es reforzar su posición en el Senado), o podría ser un senador y un diputado encabezando el frente de tonalidades violetas. Frigerio pondría el segundo senador y el segundo y tercer diputado.

En un escenario de polarización con el peronismo, esas son las cinco bancas a las que puede aspirar el que gana. En el frente violeta Milei llevaría dos, y Frigerio tres (dos propios y un radical).

Claro que el reparto no podría ser tan “racional” y Milei (Karina) podría exigir más lugares dentro de los cinco expectantes. Tal vez uno más: tres para Milei, dos para Frigerio. Aún en ese extremo, Milei conseguiría menos diputados de Entre Ríos que ganando solo las elecciones en la provincia.

El detalle, claro, es ganar.

 

En teoría

Hay una teoría que vienen sosteniendo desde el año pasado quienes impulsan la alianza de Juntos por Entre Ríos con LLA: dicen que en un escenario de tercios, hay riesgo de que gane el peronismo.  Toman el último dato de 2023, cuando Frigerio llegó a la gobernación con lo justo porque Milei le robó votos por derecha.

Sin embargo, entre los libertarios hay quienes no le dan al peronismo posibilidad alguna de triunfo, porque lo ven dividido, desarticulado, sin un liderazgo y un norte claro. Y todavía pagando el costo del peor gobierno peronista de la historia. Argumentan que el posible “regreso del kirchnerismo” no es más que un fantasma que agita Frigerio, en su interés por cerrar una alianza con Milei.

Los radicales que impulsan la alianza con LLA parecen darle la razón cuando, en off, la definen como una medida de “supervivencia”, porque entienden que en un escenario de tercios Frigerio quedaría tercero.

Si libertarios y radicales tienen razón, una alianza de Frigerio con Milei sería una jugada que se debería promover desde el republicanismo, el federalismo y hasta el progresismo, más allá de la opinión que se tenga de la gestión Frigerio.

Naturalmente, Frigerio busca ante todo evitar el daño que para su gobierno significaría una derrota a mitad de mandato. Mucho más si queda tercero. En el discurso para la tribuna busca aliarse a Milei para evitar que reviva el “kirchnerismo” y se reposicione para 2027. Pero también lo hace para evitar un posible triunfo de Milei en soledad.

 

Segunda mitad

Más allá de la cantidad de bancas que obtuviera, un triunfo de Milei en un escenario de tercios sería un triunfo libertario puro, que posicionaría a LLA para la gobernación en 2027. Y si hasta aquí Milei vino castigando a su “aliado” Frigerio ¿qué razones tendría para ayudar a un gobernador al que buscará vencer electoralmente en dos años? La motosierra sobre la provincia profundizaría su poda en la segunda mitad del mandato.

En otro orden, un triunfo de Milei en soledad legitimaría en la provincia un discurso reaccionario, antiliberal, violento. Y una práctica definitivamente verticalista de la política, casi estalinista. Desde 1983, ninguno de los gobiernos provinciales, con independencia de su orientación ideológica o de su modelo de desarrollo, ha reunido ese perfil en Entre Ríos.

Una alianza con Milei le permitiría a Frigerio evitar tres cosas: su propia derrota, un eventual triunfo del peronismo y un posible triunfo de Milei. El domingo 26 de octubre Frigerio compartiría con Milei la victoria electoral, iniciaría fortalecido la segunda mitad de su mandato. Salvo que a Milei se le ocurriese viajar a Entre Ríos, en los festejos del domingo a la noche Frigerio sería la principal figura política del triunfo. Milei lo debería seguir tratando como un aliado, no como un derrotado.

Bajo esta mirada, aliarse a Milei podría implicar frenar a Milei. Ponerle límites. Y la hipótesis de que -a pesar de todos sus evidentes problemas- el peronismo puede llegar a ganar en un escenario de tercios resulta funcional a esa idea. Porque le da a Milei una razón de peso para aceptar una alianza con Frigerio en Entre Ríos.

Fuente: Página Política