
En 2021, Lucía Varisco fue candidata a diputada nacional por el partido Fe. Como es afiliada a la UCR, terminó recibiendo una sanción disciplinaria por competir en contra de su partido. La condenaron a no ocupar cargos partidarios por el lapso de tres años.
Varisco apeló al Tribunal de Disciplina partidario, que terminó ratificando la sanción. No obstante, en la interna partidaria de 2023, el Tribunal Electoral partidario permitió que Varisco se anote como candidata a delegada por Entre Ríos al Comité Nacional de la UCR. Y la conducción de la UCR no objetó esa candidatura. Lo que se argumentó en ese momento fue que la sanción a Varisco no estaba firme.
Pasadas las elecciones y ya con Varisco como delegada, la afiliada María Lorena Aguilar, que es la primer suplente en esa lista, pidió al Tribunal Electoral del partido que acomode la lista en virtud de que hay una afiliada que ocupa un cargo, cuando está inhibida de hacerlo. La respuesta a esa apelación de parte del Tribunal fue que no tenía competencia para decidir.
Ese argumento es considerado “absurdo” por Bruno Frizzo, referente de Evolución Radical de Paraná, el espacio que nacionalmente lidera Martín Lousteau, al que pertenece también Aguilar. “Es preocupante la debilidad institucional del radicalismo de Entre Ríos en un momento en el que los radicales del país nos juntamos a discutir el nuevo rumbo y aparentemente están las condiciones dadas para salir con una fortaleza enorme”, evaluó ante Página Política.
Frizzo aclaró que no está enfrentado a Varisco, con quien dijo que mantiene diálogo frecuente. “En todo caso es un problema de las dos últimas conducciones de la UCR de Entre Ríos de no haber hecho las cosas como se tienen que hacer. No aplican las sanciones que ellos mismos ponen”, cuestionó.
¿Y entonces?
En el plenario de delegados que sesionará esta tarde en Buenos Aires para elegir al nuevo presidente del Comité Nacional de la UCR se van a anotar las dos: Varisco y Aguilar. “La Junta de Poderes, de acuerdo a los antecedentes del caso, deberá decidir cuál de las dos delegaciones es la que queda acreditada”, explicó Frizzo.
Para presidir la UCR nacional hay dos candidatos. El senador porteño Martín Lousteau (aliado a Gerardo Morales) y el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés que recibe el apoyo de lo que en este proceso electoral se denominó el “Grupo Malbec”, el espacio del radicalismo que terminó jugando en la interna presidencial de JxC con Patricia Bullrich.
Cada provincia lleva cuatro delegados al Comité Nacional. Por Entre Ríos están Atilio Benedetti (que promueve a Valdés); Varisco (que viene referenciándose nacionalmente con Lousteau hace varios años), María Laura Renoldi (de Evolución Radical, el grupo de Lousteau) y Gustavo Cusinato, que en principio no está de acuerdo con ninguno de los dos candidatos pero terminaría optando por Lousteau, por su cercanía con Morales.
Es decir que si la suplente Aguilar (que preside el Comité departamental de Concordia) reemplazara a Varisco, no cambiaría la relación de fuerzas de la delegación entrerriana, porque ambas prefieren a Lousteau. Pero Evolución Radical tendría el 50% de la representación entrerriana.
Fuente: Página Política