Nadie le creyó al presidente de la Convención Constituyente cuando a mitad de la mañana del pasado viernes aseguró que “los que no me querían a mí, si me hubieran dado la reelección en la primera oportunidad no me tendrían más”.
En ese momento de la histórica sesión de la Convención -que adoptaría la reelección para gobernador y vice tras cuarto siglo de intentos fallidos- Jorge Busti estaba revelando para muchos (para casi todos, incluída buena parte de la dirigencia peronista) cuál era su nueva idea: nadie podrá ser gobernador de Entre Ríos más de dos veces en su vida, sea en forma continua o discontinua.
Nadie creyó que a los 40 años, en su primera gobernación, Busti hubiese impulsado una cláusula semejante, que le hubiera impedido repetir más de una vez. La jugada es impecable, por donde se la mire. Al adoptar el proyecto de la Coalición Cívica y Recrear, Busti evitó sacar la reelección por una votación ajustada y -en contra de lo que había dicho el PJ en la campaña- terminó impulsando un modelo de reelección políticamente correcto, incuestionable desde los sectores que siempre condenaron las reelecciones. ¿Por qué?
Porque en lugar de promover el enquistamiento de una persona o un grupo político en el poder, lo limita. La novedad principal de esta reelección es esa limitación.
Pero, al mismo tiempo, Busti es el más beneficiado en materia de oportunidades electorales. Con la cláusula transitoria que no contabiliza los mandatos ya cumplidos (ver aparte) el por tres veces ex gobernador se convirtió el viernes en la única persona en la historia entrerriana en condiciones de ocupar la gobernación cinco veces.
Y para eso le da la edad. El 18 de octubre cumplirá 61 años. En 2011, cuando se elija nuevo gobernador tendrá 64. Si gana podrá, 4 años después, -en 2015, a los 68 años- aspirar a una reelección por cuatro años más, hasta 2019, cuando estaría retirándose del Ejecutivo con 72, la misma edad que tenía Sergio Montiel cuando accedió a su segunda gobernación en 1999.
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El modelo restrictivo de reelección aprobado fue una sorpresa para la dirigencia justicialista. El pasado vienes estaba más claro, en cambio, que se habilitaría al gobernador Urribarri para competir en 2011.
Esa certeza se había puesto en duda en las jornadas más calientes del enfrentamiento interno entre Busti y Urribarri que precipitó el conflicto con el campo.
Por esos días se llegó a analizar la posibilidad de reflotar el proyecto de la convencional justicialista Eda Caramelle, que proponía una cláusula transitoria para que la reelección comience a operar a partir de 2015. Pero, tras la tregua que firmaron el gobernador y su predecesor, se evitó que la sangre llegue al río.
Ahora, con la reelección vigente para 2011, las cartas están echadas. Busti competirá con Urribarri por el próximo período y la primera prueba se dará en las legislativas del año que viene, porque Urribarri se verá obligado a salir a la cancha para aportar los diputados nacionales que el matrimonio Kirchner de ningún modo resignará al opositor Busti, que bien sabe que no hay 2011 sin 2009.
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En todos estos años, los proyectos de reforma constitucional permitieron a Montiel, Busti y Mario Moine aportar a la gobernabilidad de sus gestiones porque abrían la expectativa de que su poder podía extenderse por cuatro años más. En este sentido, Urribarri es el primer gobernador que, efectivamente -y no ya como una posibilidad-, está habilitado para repetir su mandato.
Sin embargo, algunos encumbrados dirigentes de PJ creen que darle la chance de ser reelecto a Urribarri lo terminará debilitando, porque precipita una interna que, de otro modo, se clausuraría.
Reparan en que las cosas no están bien en la provincia; que no hay caja para responder a los reclamos salariales que se multiplican con la escalada inflacionaria; que el conflicto con el campo no está cerrado; que tampoco lo está el que se mantiene con Uruguay; que Urribarri todavía tiene mucho costo por pagar por su tan fuerte identificación con el gobierno nacional.
El análisis parte de la más certera de las hipótesis sobre la política provincial: la inagotable ambición de poder de Busti.
NNAALo que se votó.NNCC La fórmula de reelección que votó este viernes la Convención Constituyente dice que “a partir de la sanción de esta Constitución, el gobernador y el vicegobernador podrán ser reelectos o sucederse recíprocamente solamente por un período, en forma consecutiva o alternada”.
NNAALa gran novedad.NNCC Es la palabra “alternada”, con lo cual se impide que una misma persona puede ser gobernador más de dos veces en su vida, no importa si es en períodos consecutivos o no.
NNAACláusula transitoriaNNCC Es la que permitirá tanto al gobernador Urribarri como a Busti competir por la gobernación en las elecciones de 2011.
NNAAUrribarriNNCC La cláusula aclara que la reelección será “de aplicación inmediata”, con lo cual el actual Gobernador queda habilitado para usarla. Pero se considera al actual período de gobierno como el primero, con lo cual, si se presentara en 2011 y ganara las elecciones, nunca más podría volver a intentarlo.
NNAABusti.NNCC También dice que “no se computarán los mandatos cumplidos”. De no haberse escrito esto, Busti no podría presentarse en 2011, porque como ex gobernador en tres oportunidades estaría aspirando a un cuarto mandato “alternado” y sólo se permiten dos. Busti, como Montiel y Moine, quedan habilitados para dos mandatos más.
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