Por Movimiento de Afirmación Radical

Al recorrer las redes sociales encontramos, expresados en chats, la desazón por parte de vecinos sin una gota de agua. Otra vez y van… Es cierto que la red de agua potable de Paraná está, en parte, obsoleta y con muchos años sin inversión, pero vale la pena describir la situación con antecedentes concretos y reales.

La planta potabilizadora fue construida e inaugurada en la gestión de Néstor Kirchner con Julio Solanas como intendente y tuvo desde el principio problemas estructurales que afectaron el servicio (rajaduras en la pileta de tratamiento, redes troncales y conexiones mal realizadas, etc.).  En el proyecto original la producción estaba prevista para abastecer el crecimiento de Paraná hasta el 2035 y todavía está pendiente de construirse otra pileta para ampliar la capacidad de producción. El nivel de pérdida de agua en la red no está determinado, pero en un análisis conservador se la puede estimar en alrededor del 45-50%. Es decir, casi la mitad del agua que se produce no llega a los domicilios de los usuarios por dichas pérdidas. En consecuencia, se debe aumentar la presión en la red para alcanzar los lugares más lejanos (zona sur, sureste en especial) y ese exceso de presión, sumado a la deficiente construcción original, provoca la permanente rotura de los caños impulsores.

El de este fin de semana no es un problema en la red de distribución y, de acuerdo a los responsables municipales, se debe a una rotura en el caño de captación de agua cruda que lleva el agua a la planta potabilizadora y que –según manifestaciones del director general de OSM – “…. no son muy antiguos”. Es la tercera vez que se producen roturas en este tramo que es relativamente corto. Con esto se refuerza la afirmación de la existencia de problemas estructurales de origen en la construcción de la planta, los centros de distribución y la red de cañerías.

Lo antedicho, lejos de quitarle responsabilidad, pone de manifiesto la total inoperancia de la actual gestión municipal en la atención de un servicio público esencial como es el suministro de agua potable a la ciudad de Paraná que, con casi 300 mil habitantes, seguirá padeciendo cada vez con mayor frecuencia y gravedad este tipo de problemas.

En el marco de las propuestas que se están elaborando para la ciudad de Paraná, desde el Movimiento de Afirmación Radical (MAR), que impulsa la precandidatura a la intendencia de Silvina García, entendemos que para superar esta dramática situación es necesario encarar acciones tales como:

-Planificación y ejecución de acciones para resolver las deficiencias estructurales preexistentes pero conocidas, solo corregidas ante una emergencia (rotura).

– Elaboración urgente de un programa de reparación de pérdidas en calzada. Hay caños que están semanas perdiendo agua o, peor aún, líquidos cloacales sin ninguna respuesta al reclamo de los vecinos.

– Programación y ejecución del cierre de mallas (colocación de válvulas en la red) que permitan hacer reparaciones en un barrio, por ejemplo, evitando dejar sin agua, innecesariamente, a media ciudad.

Queda también demostrado que la política de gestión del Intendente Bahl se caracteriza por su banalidad de priorizar obras y gastos “de vidriera” y no de infraestructura básica para el mejoramiento en la calidad de vida.

Si se la quiere consolidar como una verdadera Ciudad Capital, Paraná merece servicios públicos de calidad, en especial el de agua y saneamiento.

Fuente: Página Política