Respecto a la designación de Barletta al frente del comité nacional, el Frizzo aseguró que “nosotros nos mostramos optimistas pero con reservas” debido a la presencia de Atilio Benedetti en la Vicepresidencia, lo que no es un buen mensaje al radical de base que arma las propuestas en sus pueblos”, ya que “en el último Congreso la dirigencia partidaria claramente opinó que se trata de uno de las peores conducciones partidarias y casi un manual de lo que no se debe hacer en lo político” disparó.
Al respecto, resaltó que “se trata de un dirigente que no nos representa ya que no ha podido dirigir exitosamente ni el comité de Gualeguaychú, en una familia que tuvo dos bancas en las legislaturas (en referencia a la banca que ocupó Jaime Benedetti en la provincia) y que no pudieron construir ni en su propia cabecera de departamento”.
“No es un buen mensaje al radical de base, que arma las propuestas en sus pueblos y que cada 4 años le disputa al justicialismo en el poder” agregó luego, y destacó que en el Congreso Nacional Benedetti “ha tenido una participación legislativa irrelevante en estos dos años, porque entiendo que el hombre no se ha expresado en representación de los entrerrianos” afirmó.
Para ejemplificar sus afirmaciones en relación a la falta de conducción partidaria, Frizzo destacó que “uno de los ejes históricos de nuestro partido ha sido siempre el de la educación, pero un ejemplo concreto de la inacción en este sentido es la cláusula de la comisión bicameral de seguimiento permanente en la UADER, de la cual se desprende que el rector debería designarlo el Gobernador una vez que la Universidad se normalice, pero que en estos 4 años nunca se exigió el funcionamiento de esta comisión, siendo que incluso el actual Presidente del Partido integró la comisión de Educación” dijo. En ese sentido, agregó que “esto es peor aún si recordamos que la Uader es una institución creada por el radicalismo, donde la UCR debería estar haciendo aportes permanentemente” sostuvo.
Por último indicó que “sin embargo en los congresos, muchos reclaman que el partido debe volver a las bases y a la educación”. En base a esta antinomia aseguró que “queda claro que este fue un modelo de conducción partidaria formado sobre la base de algunas prerrogativas, como la performance legislativa anterior y algunas relaciones personales, que en rigor no representan un buen mensaje al radical de base” concluyó.