Las elecciones intermedias de este año en Entre Ríos tienen un elemento que las distingue. Como nunca antes, el espacio político más importante de la provincia, liderado por el gobernador del distrito, no encabeza una oferta electoral.

Es que en su acuerdo con Javier Milei, Rogelio Frigerio cedió los dos senadores y el primer diputado de la lista de la Alianza La Libertad Avanza (ALLA), que desde su nombre, su color y sus símbolos no deja duda respecto a qué espacio político es el que manda en esta asociación.

El Presidente se impuso en la negociación para el armado de la alianza. Era eso o volver al escenario electoral de tercios de 2023 que, con electorado compartido, ponía al gobierno provincial en riesgo de una derrota a mitad de mandato. Además, Entre Ríos carece de las espaldas económicas de otras provincias como para enfrentar a la Casa Rosada.

El acuerdo electoral se firmó hace más de un mes, en otro país, con un Presidente mucho más poderoso que el actual, aún no golpeado por las fuertes sospechas de corrupción y la inestabilidad económica, que se potenciaron con la imprevista –en su magnitud– caída electoral en la provincia de Buenos Aires, producida exactamente un mes después de que se inscribieran las alianzas.

 

Para atrás

Cuando cierran las listas, el 17 de agosto, Milei todavía venía con el viento en las velas. Pero después pasaron cosas.

Los audios de Spagnuolo popularizaron entre el electorado la idea de que este gobierno, que llegó con la promesa de combatir los privilegios y los curros de la casta, era tan casta y corrupto como todos. Se puede presumir que golpeó en la porción más blanda del electorado que tienen compartido en Entre Ríos Frigerio y Milei. Y que sólo no entró la bala en el núcleo duro libertario, que es donde menos votos a Frigerio hay.

Más perjudicial fue aún comprobar la impericia de Milei para el manejo de la economía, lo que se suponía era su fuerte. Fue un daño autoinfligido, que desoyó las reiteradas advertencias sobre el atraso cambiario y la escases de reservas que provenían de los propios economistas liberales. La inquietud de los mercados se alimenta en el riesgo K, pero también en el riesgo M, ya sin una alternativa de una derecha moderada como la que ofrecía Juntos por el Cambio.

Los dos frentes -el descrédito político y la zozobra económica- se agravaron con la inesperada magnitud de la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires que, otra vez, el propio Milei tuvo el desatino de nacionalizar.

En Casa de Gobierno se cree que la derrota en la provincia de Buenos Aires no puede tomarse como un predictor de las elecciones de octubre, por la naturaleza distinta de ambos comicios. Al contrario, evalúan que puede llegar a operar como una advertencia sobre el regreso del “kirchnerismo” que permita movilizar a los votantes que en 2023 hicieron a Milei presidente con su voto en el balotaje.

Por lo pronto, las cosas no hicieron más que empeorar para Milei desde entonces. Las sucesivas derrotas en el Congreso lo certifican. Ni siquiera los gobernadores que pactaron alianzas electorales en sus provincias cooperaron con el oficialismo. A pesar de haber empezado a cobrar en millonarios ATN su extendido apoyo, Frigerio no movió un dedo para sostener los vetos del Presidente.

 

Plebiscito

Habitualmente, las elecciones intermedias operan como un plebiscito para la gestión nacional. Pero también para los gobernadores.  Sin embargo, en este turno electoral, la licuación del frigerismo en la lista violeta hace que Frigerio ligue enteramente su suerte a la de Milei.

Por una razón de supervivencia electoral, Frigerio entregó los senadores a un Presidente fuerte que, un mes después, justo en el arranque de la campaña, atraviesa por el momento de mayor vulnerabilidad política de su mandato. Por una razón de supervivencia electoral, Frigerio se ve obligado a involucrarse en la campaña.

Pero, por más protagonismo que cobre el Gobernador, la idea de LLA es nacionalizar la campaña. Entonces, si a la ALLA le va bien, Frigerio compartirá el triunfo y será el 26 de octubre a la noche el rostro político más relevante de la victoria en Entre Ríos. Si le va mal, podrá culpar a Milei, con el color violeta, el águila, la marca tan visibles en una boleta con cabezas de lista de LLA.

Fuente: Página Política