Adán Bahl fue el convocante en el Club San Martín de Paraná. Allí llegó buena parte de la dirigencia del peronismo local. Los referentes y militantes fueron el contexto para que los candidatos del frente Somos Entre Ríos dieran sus discursos.

El Vicegobernador abrió la jornada que llevó su firma con todos los candidatos y referentes en el escenario.

Su alocución, como los que le siguieron, tuvo como ejes “la flexibilización laboral” y “el ajuste” que, a su enender, “no empezarán el 23 de octubre, sino que comenzó hace un año y medio cuando empezaron a tratar de vagos a los docentes”, ejemplificó. “Hasta cuándo vamos a permitir que nos sigan sacando los derechos con esta revolución de la alegría”, exhortó a la militancia y la incitó a salir a la calle porque “nadie va a salir a trabajar por los vecinos y los trabajadores más que el peronismo”. En cada uno de los momentos en los que levantó su voz, las tres batucadas desparramadas en diferentes lugares tronaban y tapaban las palabras de su conductor.

Tras el discurso del presiente del Senado, fue el turno de los candidatos. Carolina Gaillard, cuarta en la lista, llamó a no caer en “la trampa” de que querer instalar “sólo el tema de la corrupción para tapar todo lo que se ha hecho”. “No dejemos que nos dé vergüenza lo que somos y lo bueno que hicimos. Somos peronistas y luchamos por nuestro pueblo. Salgamos a hablar con la gente. Somos los únicos que podemos parar el ajuste”, afirmó.

El cierre estuvo a cargo de Juan José Bahillo. Sorprendió cuando antes de empezar su discurso le reclamó a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, por la aparición de Santiago Maldonado. No venía siendo parte del libreto del oficialismo entrerriano. Las batucadas volvieron a tronar y las banderas a flamear.

El primer candidato del oficialismo fue quien encauzó en la jornada algunos de los elementos de la campaña como la provincialización de Salto Grande “para que en Entre Ríos paguemos la energía al mismo costo que los ciudadanos de Buenos Aires”. También prometió impedir el “avance de la flexibilización laboral y de la reforma del régimen previsional”. “En definitiva, queremos ser los diputados de esta provincia y no los diputados del presidente Macri, que sólo lo van a acompañar en todo lo que será pérdidas de derechos, ajustes y retrocesos en términos de calidad de vida. Díganle esto a la gente con total sinceridad”, pidió.

En todos los discursos primaron las exaltaciones a la figura de Perón y Eva Perón y el peronismo como la herramienta, en este caso, de “desenmascarar la revolución de la alegría”. Mayda Cresto fue quien a los emblemas del Partido Justicialista les agregó las figuras de Néstor y Cristina Kirchner y llamó a no “caer en la división del peronismo y kirchnerismo”. También hubo referencias a la prensa. Bahillo, por caso, pidió a los militantes “que no permitan que les mientan desde Buenos Aires a través del televisor”. Gaillard había hablado, minutos antes, del “cerco mediático”.

Con la clase trabajadora como la principal destinataria de los discursos, se desarrolló el segundo acto de magnitud en esta segunda etapa a la que sólo le quedan dos semanas. Bahillo, al cerrar, dejó en claro que en esta elección se jugaba también la continuidad del peronismo en el 2019 y la recuperación de Paraná, hoy a manos de Cambiemos.

En el escenario estuvieron José Cáceres con sus adláteres, José Carlos Halle y sus principales espadas, la senadora nacional Sigrid Kunath, y Daniel Ruberto. El solanismo estuvo abajo. Se lo vio al secretario de Justicia, Martín Uranga; y a la diputada Emilce Pross. La gente de Blanca Osuna no tuvo un lugar en el escenario, pero su representación estuvo con la agrupación Descamisados.