En 2023, las elecciones para gobernador se desarrollaron en un escenario de tercios que arrojó el siguiente resultado:

Juntos por Entre Ríos (JxER): 41,6%

Peronismo: 39,4%

La Libertad Avanza (LLA): 18,8%

En 2025, JxER y LLA se asociaron en la Alianza La Libertad Avanza (ALLA). Es decir, dos tercios se unieron para polarizar con el tercio restante. La lógica indicaba que deberían reunir más votos que ese tercio.

Esa fue la razón central por la que el gobernador Rogelio Frigerio decidió aliarse con el presidente Javier Milei: evitar una derrota electoral. O, dicho de manera positiva, garantizar un triunfo que le permita encarar con más espaldas políticas la segunda mitad de su mandato.

La expectativa de un triunfo oficialista se reforzaba si se tenía en cuenta que el tercio peronista de 2023 se presenta a elecciones, dos años después, fragmentado en cuatro listas encabezadas por candidatos de esa identidad política.

Las aritméticas, que nunca son suficientes para explicar la política, esta vez sirvieron como predictor del voto.

La suma de JxER y LLA de 2023 llegaba al 60%. Aliados, en 2025 retuvieron el 53%.

En 2023, el peronismo arañó el 40%. En 2025, la suma de los votos del PJ (34%) y de las otras tres listas con candidatos peronistas mantuvo ese caudal.

 

Más o menos igual

Se podría decir que las cosas no cambiaron mucho en Entre Ríos a pesar de la intensidad política de los dos primeros años de gobierno de Milei, caracterizados por un inédito ajuste: mayoritariamente, el electorado le siguió dando la espalda al peronismo.

No interfirió el desfinanciamiento a las provincias; el retiro de fondos para la obra pública; el duro ajuste a los jubilados, la universidad y la discapacidad. Tampoco la incertidumbre económica y el impensado salvataje de Estados Unidos que venía a confirmar el fracaso del plan de Milei. Resultaron inocuos los sucesivos escándalos de corrupción que agregaban tres demoledoras palabras al diccionario libertario: estafa, coima y narco.

Nada importó. Las elecciones intermedias de 2025 recrearon en Entre Ríos una proporción de votos adversa al peronismo similar a la anterior legislativa de 2021, los comicios en los que Rogelio Frigerio se legitimó en las urnas para catapultarse a la gobernación dos años después.

El quiebre del peronismo con el electorado entrerriano que perdura hasta el presente se produce en 2021. El gobernador Gustavo Bordet venía de ser reelecto en 2019 con el récord del 57% de los votos. Pero apenas dos años después -pandemia y desgobierno de Alberto Fernández mediante- caía al 31,6%.

Las elecciones de 2021 marcaron el piso peronista. Juntos por Entre Ríos le gana con una diferencia de 23 puntos. En 2025, el desempeño peronista fue apenas un poco menos malo: 34% y 19 puntos abajo.

El escenario que deja 2025 se asemeja a las legislativas de 2017, donde Juntos por el Cambio acumula 53 puntos (lo mismo que ahora la alianza de JxER y LLA) en la provincia, aunque el peronismo tenía entonces más caudal de votos: el 38% (unos 50 mil votos más que ahora) y, en consecuencia, caía por una diferencia menor: de 15 puntos.

 

En tres golpes

En los 20 años consecutivos de gobiernos peronistas (Jorge Busti, Sergio Urribarri, Gustavo Bordet) que van de 2003 a 2023, el peronismo sufrió tres derrotas en elecciones intermedias.

En 2009 cayó por poca diferencia frente al Acuerdo Cívico y Social, una alianza de la UCR con la Coalición Cívica que puso a Atilio Benedetti como figura central del radicalismo en la década siguiente.

Pero dos años después, el peronismo obtuvo con la reelección de Sergio Urribarri uno de sus triunfos más aplastantes: 56% de los votos, sobre casi 19% del Frente Progresista de UCR y PS.

En 2017 la derrota peronista fue mucho más dura. Cambiemos reúne el 53% y el peronismo logra contener el 38%. Dos años antes, en su debut electoral, la alianza de la UCR con el PRO había quedado a sólo 22 mil votos de alcanzar el gobierno y Gustavo Bordet llegó con lo justo: 42 a 39 %.

Pero en 2019, con elecciones desdobladas, Bordet reelige con el record del 57% de los votos.

En 2021, Frigerio a la cabeza de la lista de Juntos por el Cambio asesta el golpe definitivo: 54 a 31%. De esa derrota, el peronismo no ha podido recuperarse.

 

Interna irresuelta

Los resultados electorales son siempre multicausales. Responden a un sinfín de factores que conforman un determinado contexto político, económico, social. Pero en la parte que le toca al PJ, hay evidentemente un proceso pendiente de renovación, de revalidación de liderazgos que sólo podría dar una buena elección interna, transparente, con reglas de juego claras.

Este año, la suspensión de las PASO provocó un gran perjuicio a la vida interna de los partidos políticos, en tanto limitó o directamente impidió la participación de las bases en la definición de la oferta electoral. De regreso a la oposición tras 20 años consecutivos en el gobierno provincial, el PJ es el que más sufrió en Entre Ríos la ausencia de las PASO. El sistema de primarias financiado por el Estado le hubiera venido muy bien, en esta etapa de debate horizontal, para la definición de nuevos liderazgos a través de las urnas.

Sin ese andamiaje electoral estatal, la alternativa de una interna de voto no obligatorio -como la que el PJ planeó y no pudo concretar- hacía que la competencia interna tendiera a convertirse en un trámite dominado por las estructuras más poderosas, con poco margen para una renovación.

Pero el PJ entrerriano ni siquiera pudo materializar una interna de baja calidad como la que se proyectaba y que, supuestamente, no insumía un costo económico tan grande (no más de 20 millones de pesos). No hay que perder de vista un punto: aún si las listas opositoras no hubiesen caído por falta de avales, todavía la elección interna estaba en dudas, porque la dirigencia del PJ no se ponía de acuerdo sobre la manera de financiarla.

El PJ no hubiera llegado a esta situación si no se suspendían las PASO. Pero la principal responsable del fracaso de la interna peronista es la propia dirigencia peronista, oficialista y opositora.

Las PASO no fueron eliminadas. Sólo suspendidas por decisión del presidente Javier Milei, con el argumento del ahorro.

En la reforma política de 2024, Frigerio decidió mantener en Entre Ríos el instrumento de las PASO que tanto le sirvió en 2021 para legitimarse como líder de JxER y proyectarse a la gobernación. En la entretela de la reforma se especulaba que, con vista a una reelección, la herramienta de las primarias le permitiría a Frigerio ordenar la interna en las disputas por intendencias y senadores sin pagar costos.

En cualquier caso, lo que importaba era que para 2027 esté la herramienta a disposición. Siempre quedará la posibilidad de no utilizarlas ¿También de suspenderlas?

Fuente: Página Política