
Cuando Sergio Urribarri arengaba en duros términos contra Daniel Scioli; cuando se promovía como el “exprimidor de la naranja”; cuando no iba a ser “sparring” de nadie y mucho menos del bonaerense, un grupo de jóvenes y no tanto de militantes peronistas izaron las primeras banderas naranjas. Lo hicieron en algunos lugares de Paraná. Fue hace dos veranos.
En uno de los espacios recayeron Félix Esquivel, Raúl Rousseaux y luego se iba a sumar la ex rectora de la Uader, Graciela Mingo. En el otro se acomodaron los integrantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Un poco la cara visible fue el diputado provincial, Pablo Mendoza. Allí comulgan Roque Herbel y el ex presidente de la Federación Universitaria de Entre Ríos (FUER), Xavier Martínez.
Ya en el llano, aunque con posibilidades de sumarse a un posible gabinete de Scioli, Urribarri le abrió la puerta a uno de los grupos. Al primero. Mauro Urribarri recibió en su despacho del Senado a Esquivel. Ese encuentro fue interpretado como un bautismo. Algo así como la incorporación del color naranja al urribarrismo. “Daniel vino a Paraná el 22 (de junio) y bajó la orden. El Pato nos abrió la puerta para trabajar juntos y es lo que estamos haciendo en toda la provincia”, fue la explicación que dio uno de los referentes a Página Política. Y agregó: “Somos la única agrupación sciolista de Entre Ríos”.
Esquivel se muestra con candidatos a intendentes, recorre la provincia (en las últimas horas estuvo en Villaguay), participa de reuniones partidarias en la sede del PJ de calle 9 de Julio y en algunos actos institucionales o de gestión. Durante todo el año pasado trajeron a funcionarios bonaerenses, a quienes hicieron peregrinar por algunos medios. En Buenos Aires al teléfono que llama es al de Alberto De Fazio, senador provincial y operador del candidato presidencial.
El grupo de Mendoza y compañía hace su juego. Tienen contacto con el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Alberto Pérez. Fue con quien llegaron al avant premiere del lanzamiento de la campaña de Scioli y Zannini en junio, antes de las PASO. El evento contó con más de 3.200 invitados y se recaudaron 35 millones de pesos a un valor de 10 mil pesos el cubierto. Participaron funcionarios nacionales, los empresarios más importantes del país, gremialistas, artistas y estrellas del deporte deportistas.
Mendoza y Herbel han viajado a otras provincias en el marco de la campaña nacional. Siempre a pedido de Pérez. Este espacio difícilmente se muestre con un candidato provincial. Excepto con Urribarri, con quienes se sacaron una selfie la semana pasada en una cena en Costa Salguero.
Ninguno de los dos grupos metió a un integrante en alguna de las listas de legisladores o concejales. No hay candidatos sciolistas de la primera hora. En uno de los espacios, el que integran el diputado y los de la JUP, imaginan un futuro en Buenos Aires. Uno de ellos se lo confesó a Página Política. En la tropa de Esquivel, en cambio, prefieren no ilusionarse hasta el 10 de diciembre. La Ola Naranja, por ahora, espera.