El ministro de Gobierno, Manuel Troncoso, dijo este miércoles a la noche que “a más tardar” la semana que viene “vamos a tener despacho de comisión favorable” del proyecto de reforma política “para que se vote en la próxima sesión de Diputados”. Fue en el marco de una larga entrevista con el periodista Daniel Enz (en el programa Cuestión de Fondo, de Canal 9) que tenía como tema central al conflicto docente. En ese marco, el dato pasó desapercibido. Salvo para quienes están siguiendo el proceso de reforma política.
Una ronda informal de consulta de Página Política entre hombres y mujeres del Ejecutivo y la Legislatura dio como resultado un panorama incierto para el proyecto que impulsa el gobernador Rogelio Frigerio.
Para empezar, dentro del propio oficialismo conviven visiones encontradas respecto a la viabilidad de apurar el tratamiento en Diputados.
Unos estiman que en dos semanas tendría chances de ver la luz un dictamen que, luego de hacer su ingreso formal, podría estar tratándose en el recinto a fin de noviembre.
Otros, en cambio, creen que -con suerte- la media sanción de Diputados se podría obtener recién para fin de año.
Lo que se pone en juego es el grado de consenso que se logre con la oposición. Si quiere, el oficialismo puede apurar el trámite en Diputados, donde tiene mayoría. Pero eso implicaría modificar un criterio que hasta ahora se viene sosteniendo y es el de conseguir el mayor acuerdo posible con la oposición, para que al menos se obtenga el voto por unanimidad en general para una reforma de esta magnitud, que involucra nada menos que la forma en cómo se eligen las autoridades.
“Nosotros tuvimos una especie de deadline de Rogelio para que salga antes de fin de año”, explicó un hombre del oficialismo que, no obstante, se mostró dispuesto a prorrogar las sesiones para completar el trámite legislativo durante el receso de verano. El objetivo es evitar que el debate se tiña del clima electoral del año que viene, aunque en este caso las reglas de juego que se discuten recién se podrán en práctica para las elecciones provinciales de 2027.
El hecho es que los días pasan y el objetivo de aprobar la reforma política este año parece al menos complicado. Sobre todo tomando en cuenta que el Senado tiene mayoría opositora y la iniciativa podría correr la suerte de la Ley de Transición, que va y viene de una cámara a la otra, con la consecuente demora.
Resistencia opositora
Hasta ahora sólo hubo tres reuniones conjuntas de las comisiones de Legislación General y de Asuntos Constitucionales, Juicio Político y Peticiones, Poderes y Reglamento (dos en septiembre y una en octubre) que fueron más que nada informativas.
Desde la oposición reparan en que la primera reunión en la que empezó el debate fue la de este miércoles, cuando se llegó a ver sólo hasta el artículo 25, sobre un total de 268. Entre los que restan se encuentran los capítulos de mayor complejidad.
“No se puede modificar una ley que tiene 90 años de la noche a la mañana, sin debate”, objetó, con sentido común, una legisladora del peronismo.
La principal fuerza opositora analiza esta reforma en una mesa que integran diputados y senadores. Todo lo que pase en Diputados estará coordinado con el Senado. En este sentido, la oposición legislativa parece estar mucho más aceitada que el oficialismo.
El tiempo es poco. Y la reforma política debe compartirlo, en la tarea legislativa, con otro asunto central: el tratamiento del Presupuesto 2025.
Fuente: Página Política
