La UCR de Entre Ríos tiene en octubre elecciones internas para renovar su conducción partidaria y López es impulsado por un importante abanico de dirigentes que se oponen internamente a la actual conducción partidaria, encabezada por el diputado provincial Fuad Sosa, miembro de la corriente Illia, que lidera el ex diputado nacional y exprecandidato a gobernador Atilio Benedetti.
El exdiputado provincial de Concordia es propuesto por un sector que, a su mesa chica, sienta a dirigentes con un rol muy activo en el actual período político, como el intendente de Paraná y presidente del Foro de Intendentes de Cambiemos, Sergio Varisco; el presidente del bloque de senadores de Cambiemos, Raymundo Kisser; y el diputado Ricardo Troncoso; a los que se suman el presidente del congreso de la UCR Luis Kirpach; el ex diputado Hugo Lesca; y el intendente de Sauce de Luna, Jorge Lacoste, entre otros jefes comunales que añadirían su apoyo en los próximos días.
Ese marco de apoyos es importante en tanto presupone una alternativa electoralmente competitiva para hacer frente a la corriente Illia, que viene mandando en la UCR desde que Benedetti le devolvió el triunfo a la UCR en las legislativas de 2009, cuando se impuso al peronismo en ese momento aún unido de Sergio Urribarri y Jorge Busti.
Desde entonces, todos los intentos por desalojar a la Illia de la conducción del radicalismo de Entre Ríos fueron vanos. En todos estos años, esa hegemonía política afianzó la idea de que el benedettismo era lo más parecido a una corriente interna de alcance provincial dentro del radicalismo entrerriano, como las que existían en la época de Sergio Montiel.
En frente a la Illia hubo siempre fugaces alianzas de distintos grupos. La última se expresó el año pasado con los sectores que acompañaron la provisoria postulación del entonces diputado nacional Fabián Rogel a la gobernación, entre los que se contó a López en Concordia. Igual que Benedetti, Rogel declinó a fines de junio de 2015 su precandidatura para las PASO, con lo cual la UCR marchó a una elección general sin candidato a gobernador, por primera vez en su centenaria historia. Fue porque desde PRO se negó el apoyo de Mauricio Macri (el único candidato a presidente competitivo de la coalición) a otro candidato a gobernador que no fuera el macrista Alfredo de Ángeli. Hoy Benedetti y Rogel ocupan cargos en el gobierno nacional.
Futuro inmediato
De allí vienen los radicales en esta etapa de alianza con el macrismo que, como saldo positivo, le granjeó al viejo partido un importante avance en espacios de poder, con la duplicación del número de intendencias, concejalías y bancas en la legislatura provincial.
La interna radical de octubre cobra relevancia porque definirá quién se sentará esta vez a la mesa de negociación con el PRO de Rogelio Frigerio para el armado electoral de las legislativas del año que viene, una instancia clave para definir la suerte del gobierno de Macri y las posibilidades de Cambiemos para aspirar a gobernar Entre Ríos en 2019.
Marcelo López es hijo de Alcidez Mono López, un histórico dirigente de Concordia, fallecido en 2012, que fue parte de la primera gestión de gobierno de Montiel y senador nacional con la Alianza. Esto le otorga al Monito López, como lo conocen en la UCR, el ADN suficiente como para seducir el voto del radical más tradicional.
Del lado de la Illia aún no hay nombres lanzados. Hasta ahora han sonado tres: Gabriela Lena, actual diputada provincial, exconcejal de Chajarí; Marcelo Monfort, diputado nacional, exintendente del bastión radical de Villa Elisa; y Juan Carlos Arralde, exsenador, exconvencional y expresidente del congreso radical.
