Tiene 38 años y hace 38 que piensa en ser intendente de Concordia. En los últimos tres años, pese a vestir el traje de senador y presidente de bloque, su proyecto político se focalizó en la Municipalidad. Enrique Tomás Cresto se reunió con entidades intermedias, presidentes de clubes, sectores productivos y más. Cuanta fuerza viva de la ciudad le acepta una reunión, ahí está el legislador. Pero en las últimas semanas todo se complicó.
La idea de que el peronismo en Concordia tiene todo cerrado es, ya hace un tiempo, una añoranza. El acuerdo que el senador tenía con Gustavo Bordet se empezó a desvanecer cuando apareció la figura de Mauro Urribarri con posibilidades ciertas de ir por la Intendencia. El senador, como presidente de la bancada, iba a abrirle al intendente puertas en los departamentos a través de sus pares; mientras que el jefe comunal lo iba a sentar al senador en las reuniones de gabinete. En eso consistía, un poco, la estrategia para impulsar a Cresto a la Comuna y a Bordet a la Gobernación. Todo se congeló.
Mauro no dice nada, pero da mensajes que alimentan las afirmaciones que indican que podría ser el candidato. Se instaló en Concordia y está en cuanta actividad política o de gestión suceda en la ciudad. Mostrarse entonces con Cresto, quien pretende el mismo lugar que el hijo del gobernador, no sería lo más apropiado para las segundas líneas de Bordet. Así lo ven en el crestismo.
Pero Cresto es de los dirigentes que no espera una decisión de Urribarri. Por lo menos sobre él. De no ser el elegido para la Municipalidad, el senador está dispuesto a pelear por la gobernación en una interna. Al menos es lo que dejó correr en los últimos días. Hace unas semanas, en un almuerzo en Concordia del que participó su padre Juan Carlos, se lo alentó para que se anote en esa batalla. ¿Enrique gobernador, Calucho Intendente? De incierto anclaje provincial, pero en Concordia es explosivo.
Quienes frecuentan a Cresto diariamente aseguran que de ninguna manera será candidato a diputado o senador. Y agregan, sin que nadie les pregunte, que del único que sería vicegobernador es de Adán Bahl. El ministro de Gobierno –que tiene a su competidor más fuerte en Concordia- hace silencio de radio.
