El diputado provincial Lisandro Viale se refirió al fallo que autoriza a recalcular la asignación de bancas en el Concejo Deliberante en la ciudad de Gualeguaychú, invocando el art. 87 de la Constitución Provincial, y señaló la necesidad de “reformar la Ley electoral provincial que no garantiza la representación de los partidos minoritarios, y por ende de los vecinos que los votaron, en los Concejos de la provincia”.
Resaltó que en este caso en particular la banca en cuestión pertenece al PS, pero que la misma situación se dio en Concordia con la UCR, y en otras ciudades con el GEN.
El juez de primera instancia en lo Civil y Comercial de Gualeguaychú, Marcelo Arnolfi, hizo lugar al pedido del Partido Socialista en el que se planteaba la inconstitucionalidad de las Leyes 2.988 y 10.027, solicitando a la Junta Electoral local que recalcule la atribución de bancas en el Concejo Deliberante de acuerdo al art 87 de la constitución provincial.
En la misma sentencia, anula el acta de proclamación de los concejales. “La sentencia puede ser apelada, pero es un antecedente que pone sobre la mesa el problema de la representación legislativa a nivel municipal”, afirmó Lisandro Viale.
“Tenemos una Ley, la 2.988 de 1934, que garantiza la mayoría para el partido ganador y, al tener en cuenta los votos en blanco, eleva el piso para acceder a una banca en los Concejos Deliberantes de la Provincia. De esta manera quedan sin voz en los órganos deliberativos partidos que, usando un sistema más representativo del voto de los vecinos, ocuparían una banca”, señaló el legislador.
“Tenemos que avanzar sobre esta reforma de manera urgente, no es un problema que afecta al Partido Socialista, sino que afecta la posibilidad del ciudadano de sentirse representado, ya que su voto no tiene la misma validez que el voto ganador”, distinguió.
Enfatizó que “así como sucede con el concejal socialista en la ciudad de Gualeguaychú, se da la misma situación en el Concejo de Concordia con la Unión Cívica Radical, y con el GEN en Paraná y Concepción del Uruguay. No sólo se deja afuera a las minorías, sino que se refuerza al partido ganador con una mayoría forzada. Se elimina de los concejos el debate, y lo más preocupante, cualquier control que se puede ejercer sobre el Ejecutivo”.

