La campaña electoral ingresa en su recta final. Cuatro días completos es el tiempo que cada candidato tiene para divulgar su proyecto político o cuestionar al rival.
Todo el proceso, antes y después de las internas del 9 de agosto, transitó sin demasiados sobresaltos. Premeditado, así parece, los candidatos no se corrieron demasiado de las pautas que bajaron desde las casas matrices instaladas en Buenos Aires. Gustavo Bordet dijo cosas similares a Daniel Scioli, Adrián Fuertes a Sergio Massa y Alfredo De Angeli a Mauricio Macri, quizás un poco más efusivo, producto del marketing y su personalidad.
Las PASO marcaron un camino que no sufrió marcadas alteraciones. Todo debería leerse con la lupa de la intuición. Nadie muestra encuestas, ni siquiera en off. Bordet se estaría imponiendo con claridad. Pero en Cambiemos dicen que están acortando diferencias. Estarían a siete puntos del Frente para la Victoria, según dicen los entusiastas macristas. Fuertes corre desde atrás y retwitea a Massa: “El único que le puede ganar al kirchnerismo somos nosotros”.
No hubo una estrategia clara de polarización entre los dos primeros surgidos de las PASO. Ahora sí a diferencia de Macri, De Angeli no se encargó de quien viene detrás sino de quien tiene adelante. Bordet suturó las heridas que quedaron en el interior tras las internas donde varios peronistas fueron con boleta corta.
Todo demasiado quieto para lo que significa un recambio luego de 8 años de un mismo gobierno.
Paraná caliente
Donde la campaña sumó mayor tensión fue en Paraná. Quizás por la vidriera que da la capital de la provincia, la contienda política se ha expuesto más. Pero el aditamento especial es que la oposición se estaría imponiendo. Esta semana se conoció una encuesta en que Sergio Varisco estaría arriba por 15 puntos. En las filas del radical – donde lo que más se respira es optimismo – hicieron notar que el trabajo de opinión pública no fue desmentido. Pedro Báez, una de las caras más visibles de la campaña local, fue quien relativizó la encuesta. “Las encuestas tienen un grado de error y subjetividad, por eso hay que seguir militando”; “Sergio Varisco sabe que pierde, porque ya perdió en las PASO cuando el Frente para la Victoria superó los 42 puntos”; “Nosotros sabemos que en Paraná la elección es pareja, siempre lo ha sido”. Esas fueron las frases más salientes del comunicado. Pues bien, en el equipo del radical entendieron que las palabras del ministro de Comunicación y Cultura no desmentían los números. Lo festejaron.
Varisco suma todo lo que anda dando vueltas. Subió a su proyecto a Hugo Vásquez y antes lo había hecho con Eduardo López Segura, César Pazo y Sergio Paz. El primero de ellos estaría pidiendo a su otro ex competidor interno, Fernando Quinodoz, que se dé un “baño de humildad” y se sume a Cambiemos para alcanzar, obviamente, el objetivo de mínima que es derrotar al kirchnerismo. Un solanista estaría por pegar el salto en las próximas horas, según supo Página Política.
El sábado hubo volanteada en la Peatonal. Cambiemos llevó a sus boinas blancas y los globos amarillos. Hubo trompetas. ¿Las de Juan Domingo Zacarías? Otro peronista que engrosó la cosecha de Varisco. El Frente Renovador hizo lo suyo en el centro de la ciudad. Lo mismo Osuna. En la esquina de Urquiza y San Martín jóvenes de La Cámpora repartieron volantes.
El domingo, en la Costanera, volvió a aparecer el barro de la política y de esta campaña: el narcotráfico. El oficialismo repartió un volante que consignaba una nota del periodista Daniel Enz que data del 2010 y en donde se muestra una foto de Varisco con –entre otros – Daniel Celis, uno de los principales vendedores de droga de la ciudad. En el radicalismo evalúan una respuesta. Tienen fotos de Osuna con Gustavo “Petaco” Barrientos, el barrabrava de Patronato vinculado a la droga. No se ha difundido la foto aún.
La cuenta regresiva comenzó a descontar. El domingo comienza otra historia.

