Rogelio Frigerio está obligado a ganar la interna de Juntos por Entre Ríos. Es una premisa de la que se parte tomando en cuenta los resultados de 2021 y el permanente trabajo de instalación a través de encuestas que lo vienen mostrando como el favorito para la gobernación hace más de un año. Ese fue el motivo por el cual logró el apoyo de la mayoría de la primera línea de la dirigencia radical entrerriana.
Para no defraudar expectativas, Frigerio debería superar la interna de Juntos, como mínimo, por la misma proporción de 2021 (65 a 32 por ciento). En sus filas esperan que la distancia sobre su competidor interno, Pedro Galimberti, sea ahora superior, por el efecto de las perspectivas de triunfo para una elección en la que se renuevan todos los cargos electivos provinciales y locales.
Pero a Frigerio le convendría que Galimberti alcance al menos el 25% de los votos de la interna. Con ese piso podría conformar minoría y obtener el derecho a llevar candidatos propios para las generales de 22 de octubre. Sería la mejor manera de contener el voto de una importante franja de dirigentes radicales heridos por la jugada de Frigerio, que consiguió el pegado exclusivo de su boleta con las dos fórmulas presidenciales de JxC y los condenó a jugar con boleta corta, una enorme desventaja en unas PASO provinciales que se disputan en simultáneo con las nacionales.
Para Frigerio sería bueno que Galimberti obtuviera minoría y llevara, por ejemplo, al intendente de Crespo, Darío Schneider, en la lista de diputados para octubre. Abriría la posibilidad de que se reedite el proceso virtuoso de 2021, cuando Galimberti se incorporó por la minoría y Juntos por Entre Ríos contuvo todos los votos de las PASO y los aumentó.
Bajo esta perspectiva, a Frigerio le convendría que Galimberti alcanzara la minoría. Pero no más que eso. Si el radical superara el 25% y, por ejemplo, se aproximara al 30 o un poquito más, estaría repitiendo la elección interna de 2021, cuando las condiciones eran otras, porque Frigerio todavía no había reunido tanto apoyo de dirigentes de la UCR y no estaba en juego la gobernación. Pero, sobre todo, porque hace dos años compitieron en igualdad de condiciones. Si ahora Galimberti se aproxima, con boleta corta, a la elección de 2021 estaría expresando una fuerte resistencia interna a Frigerio dentro de la coalición que pretende desalojar al peronismo de la Casa de Gobierno.
Hay también otra razón por la que a Frigerio no le conviene que Galimberti junte más votos que los necesarios para conformar minoría. Cuantos más votos acumule el radical, menor será la posibilidad del ex ministro del Interior de Mauricio Macri de quedar como el precandidato individualmente más votado de las PASO entrerrianas.
Juntos por Entre Ríos puede ser este domingo el frente más votado, pero esos votos se deben dividir entre Frigerio y Galimberti. En cambio, Adán Bahl es el candidato único del peronismo y por eso tiene la posibilidad de ser el más votado en forma individual.
Esa es la principal expectativa de Bahl para este 13 de agosto. Que el domingo a la noche, los sócalos televisivos de las primarias entrerrianas lo muestren a la cabeza. No es poca cosa como instalación para un candidato que largó muy tarde, en un escenario adverso para el peronismo gobernante y con Frigerio ubicado en el imaginario social como el favorito hace por lo menos un año.
Para alcanzar ese objetivo, Bahl está obligado a superar el piso que tocó el peronismo entrerriano en las elecciones de 2021. A pesar de que la inflación empeoró desde entonces, se presume que ahora el oficialismo obtendrá más votos porque disputa territorio y no dos o tres bancas en el Congreso, como hace dos años. La historia reciente indica que la maquinaria electoral peronista de Entre Ríos regula en las intermedias nacionales y acelera cuando se vota gobernador, intendentes, diputados, senadores, concejales.
En el equipo de campaña de Frigerio no creen que la puesta en marcha del aparato peronista, que se moviliza a pleno cada cuatro años, alcance esta vez para contrarrestar el viento en contra del contexto nacional que instala en la provincia la simultaneidad electoral. Vaticinan que perforará el piso electoral que tocó en 2021.
El peronismo aspira a superar el 31,6% que obtuvo en 2021, su peor elección histórica. La expectativa está puesta en cuánto podrá levantar ese porcentaje. Y la respuesta es muy difícil si se toma en cuenta que se trata de una elección simultánea, que en gran medida ata la suerte del peronismo provincial a la del candidato a presidente, responsable al mismo tiempo de evitar que una economía con el 116% de inflación se desmadre aún más.
En junio de 2019, Gustavo Bordet fue reelecto con 436 mil votos. En noviembre de 2021, el peronismo cayó a 252 mil votos. En el derrumbe electoral hay que tomar en cuenta que la primera fue una elección general y la segunda una intermedia, donde el peronismo viene perdiendo. En la anterior intermedia de 2017 había reunido 313 mil votos.
Si Bahl, con Sergio Massa y Juan Grabois a la cabeza de la boleta y los intendentes traccionando de abajo (en estas PASO hay 170 listas pegadas con Bahl en la provincia, lo que implica algo así como 9 mil candidatos) consigue recuperar buena parte del voto peronista que el oficialismo perdió en 2021, quedará posicionado como un adversario competitivo frente a Frigerio.
En el oficialismo prenden un par de velas para el domingo. Una para que Galimberti reste lo suficiente a Frigerio para permitir a Bahl quedar en el primer lugar y, al mismo tiempo, provoque que la interna de Juntos termine profundizando las heridas abiertas por la imposición de la boleta corta y dificulte la unidad del espacio opositor para las elecciones de octubre.
La otra vela es para Javier Milei. Necesitan que el libertario mantenga un volumen de votos que rompa la polarización y baje el piso de porcentaje necesario para ganar la elección provincial. No hay que olvidar que en la provincia no hay balotaje, se gana por un voto y sin necesidad de conformar mayoría.
En un escenario de tercios -o que se le aproxime- el peronismo se vuelve competitivo sólo con su piso de 31,6%. Por eso les conviene la simultaneidad, a fin de que el rostro de Milei a la cabeza de la boleta sábana arrastre a sus candidatos locales. Si eso ocurre, los candidatos libertarios provinciales harían en Entre Ríos un elección mucho mejor que la que hasta ahora se vio en otros distritos donde las elecciones se desdoblaron.
Para que los libertarios le resten votos por derecha a Frigerio, es imprescindible que la boleta completa de Milei no falte en ningún centro de votación. Ni en sus más erráticas reflexiones, Sebastián Etchevehere pensó que algún día competiría por la gobernación con el peronismo cuidándole la boleta en el cuarto oscuro.
Fuente: Página Política
