Como aspirante a la gobernación de Entre Ríos, Rogelio Frigerio recibió este año en la provincia el apoyo de todos los presidenciables de su partido, el PRO.

Entre julio y octubre pasaron por Paraná Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y Mauricio Macri, que el jueves pasado acompañó a otro anotado para la presidencia, ya no por el PRO, sino por Encuentro Republicano Federal, el peronista Miguel Pichetto.

Cinco posibles candidatos a la presidencia de la Nación de JxC pasaron por Paraná, en actitud de campaña y para dar su apoyo a Frigerio en apenas tres meses.

Si se mira desde el orden nacional, los entendimientos resultan lógicos: Frigerio es el único candidato a gobernador del PRO, a quién más van a apoyar los referentes nacionales de ese partido. Y Frigerio, al recibir a todos por igual, termina sin definirse por ninguno.

Ante las diferencias que se expresan cada vez con más crudeza entre los presidenciables de JxC, el postulante a la gobernación quiere evitar que un alineamiento nacional termine provocando divisiones en sus propias filas.

Es una razón más para preferir que Entre Ríos vote en 2023 separado de la nación. Si el gobernador Gustavo Bordet desdobla las elecciones, las presentaciones de listas para las primarias provinciales serían en febrero, las PASO en abril y las generales en junio de 2023. Los entrerrianos estarían eligiendo su gobernador una semana antes de que se presenten listas de presidente de la Nación para las PASO de agosto. Es el cronograma ideal para evitar interferencias de la interna nacional de JxC, que día a día escala en intensidad, sobre todo en el PRO, entre Larreta y Bullrich.

 

Afinidades

Como paloma de JxC, Frigerio siempre estuvo más cerca de Larreta. Y hace un mes, el postulante a la gobernación por Entre Ríos encabezó una lista de 150 dirigentes del interior del país que se prestaron para que el jefe de gobierno porteño exhiba apoyos a su proyecto nacional. Sin embargo, esa foto no supuso un acuerdo para la interna.

Hay una visión común con Larreta. Frigerio coincide con que un 50% por ciento de apoyo puede servir para ganar las elecciones, pero resulta insuficiente para gobernar y adoptar medidas de fondo que ordenen la economía. No es lo que plantea Bullrich o Macri, para quienes un gobierno de coalición ralentiza la posibilidad de un cambio, que en un segundo gobierno de Cambiemos no tiene margen para ser gradual.

Hay también un componente ideológico que es importante. Frigerio no tiene, como Pichetto,  Bullrich o el propio Macri, cada uno a su estilo, simpatía por posiciones de una derecha extrema y conservadora como la que expresa Jair Bolsonaro. Pero tampoco lo critica. Ni a Bolsonaro, ni a Javier Milei.

Llegado el caso, nadie duda que Frigerio será pragmático. Es ilustrativo, en este sentido, ver cómo se movieron algunos dirigentes cercanos. En los últimos meses, Sebastián García de Luca, que fuera número dos de Frigerio en el Ministerio del Interior, se acercó a Bullrich, igual que su socio Nicolás Massot.  Y Emilio Monzó nunca terminó de entenderse con Larreta.

 

Radicales, siempre listos

Ninguno de los cinco presidenciables de JxC que en los últimos tres meses hicieron campaña con Frigerio pertenece a la UCR. El partido que en esta provincia es, según palabras del propio Frigerio, la “columna vertebral” de Juntos por Entre Ríos, definió en su última Convención Nacional que disputará la presidencia de la Nación y las gobernaciones en todas las provincias del país.

Se supone, entonces, que Gerardo Morales o Facundo Manes, y eventualmente Alfredo Cornejo o Gustavo Valdés apoyarán un candidato a gobernador radical. Hay dos: Pedro Galimberti y Fabián Rogel.

Pero las cosas no son tan simples. Es que en Entre Ríos Frigerio ha reunido el apoyo de una importante porción de la dirigencia radical, que ve en el líder del PRO al candidato más competitivo para terminar en 2023 con dos décadas consecutivas de peronismo en la provincia.

Por eso es que en todas las visitas de los presidenciables no radicales a Paraná se vio a muchos dirigentes locales de la UCR. Si se les preguntaba qué hacían escoltando a un postulante a la presidencia de otro partido, la respuesta era que en realidad estaban acompañando al candidato a gobernador que, bueno, también es de otro partido.

Pero no todos los dirigentes nacionales del PRO poseen la misma capacidad de conmover a la dirigencia radical de Paraná.

El 14 de julio, Larreta causó una especie de conmoción con su visita. Quizá porque se trataba del primer desembarco de este tipo, radicales de distintos pelajes se esmeraron en no dejar solo a Frigerio en su rol de anfitrión.

Fue, obviamente, una manera de marcar la cancha y no cederle todo el protagonismo local a los dos postulantes a la intendencia por el PRO: Emanuel Gainza y Ayelén Acosta. Lógicamente, los referentes nacionales del PRO tuvieron en sus visitas un trato preferencial para los dos candidatos locales de su partido.

La presencia radical se vio también con la visita de Bullrich del 19 de julio y la de Vidal del 18 de agosto. En este último caso, hubo hasta ronda de fotos con cada uno de los interesados en llegar a la intendencia bajo el ala de Frigerio.

El único radical alineado con Frigerio que no se mostró junto a los presidenciables del PRO fue Roberto Sabbioni, ex funcionario de los gobiernos varisquistas. Los demás, dieron el presente en todas las visitas:

Silvina García, ex jueza de faltas, proveniente del varisquismo y promovida por un nuevo espacio en la UCR, el Movimiento de Afirmación Radical.

Hugo Gemelli, el exsecretario de Justicia de Sergio Montiel,  que es impulsado por un sector de la corriente Illia de Paraná.

García y Gemelli acordaron trabajar juntos en la interna en un espacio del que participa también el justicialista Fernando Sibulosky, que también se apersonó en cada visita de los presidenciables del PRO.

Marcelo Quiroga, tuvo asistencia perfecta en todas las visitas porque además de postulante a la intendencia, administra el salón Coliseo que, a esta altura, opera como una suerte de local de JxC en el microcentro de Paraná. Quiroga viene del montielismo, pero fue funcionario de Sergio Varisco en su última gestión.

Otro que tuvo asistencia perfecta como anfitrión de los presidenciables no radicales es Ricardo Gutiérrez, un dirigente de la UCR de Paraná que por años fue secretario privado del ex intendente Varisco y desarrolló toda su carrera política junto al desaparecido líder de la UCR de Paraná.

Como se ve, la mayoría de los radicales que se proponen para la intendencia de Paraná, enrolados con Frigerio, proviene o tuvo algo que ver con el varisquismo. El mismo sector que en su núcleo más duro, el que lidera a la diputada Lucía Varisco, expresa las diferencias más profundas con los dirigentes del PRO. La hija del ex intendente, que es uno de los nombres para la Municipalidad que tienen dentro de las filas de Galimberti, viene sobreviviendo a los intentos del PRO por echarla de la bancada de JxC.

Hasta ahora, nadie en la UCR se ha atrevido a tocar a la hija de Sergio y nieta de Don Humberto, por el peso del apellido, por especulación electoral, por dudas respecto a si no sería peor el remedio que la enfermedad. La pregunta es qué porción de la dirigencia radical (incluida la que apoya a Frigerio) comparte sus críticas, que en definitiva denuncian la sumisión de la UCR al PRO desde el nacimiento de Cambiemos en 2015.

Fuente: Página Política