
– ¿Va a ser candidato?
-Estamos en una etapa en la que hay que buscar consensos internos; primero en el PRO y luego ver cuál es el escenario de las propuestas que va a presentar Cambiemos. La prioridad ahora es la recuperación del intendente (Sergio Varisco), su regreso, y qué aspiraciones electorales va a tener. En estos tres años en el PRO hemos podido consolidar un desarrollo político territorial que siempre estuvo reservado al PJ o la UCR. Y la experiencia de gestión dentro de nuestro espacio nos sirvió para aprender la agenda interna que tiene la ciudad. Podemos contribuir con la renovación, con nombres como los de Mario Moine (hijo), Andrea Firpo, Silvia Campos, Roxana Tosso. Ese plan de renovación tiene que ver con cómo le ofrecemos a los vecinos soluciones que puedan resolver los problemas que hace 30 años están en la agenda.
-¿De qué depende que sea candidato?
-No es nuevo que tenemos una vocación clara de trabajar por la ciudad de Paraná. Ese ha sido mi eje en los 12 años de militancia en este partido. Una candidatura depende de los consensos. Lo que tenemos claro es que nosotros vamos a aportar con un volumen mucho más grande que el de 2015. Este equipo, el trabajo que venimos haciendo y el crecimiento del PRO en la ciudad se van a ver reflejados en lo electoral. Todavía tenemos charlas pendientes dentro de Cambiemos para ver como priorizamos la continuidad del gobierno en Paraná, que es lo más importante, y qué le podamos dar a los vecinos como alternativa que pueda plantear una ciudad del futuro, que se modernice y ponga la prioridad en la atención al vecino.
-Falta una charla con Varisco ¿Qué contacto tiene con el intendente o su entorno desde que está internado y cuándo espera que regrese?
-Los tiempos de su regreso van a determinar muchas cosas. No solamente la gestión de gobierno a la que le restan 11 meses, sino también el trabajo electoral. Tengo contacto permanente con su círculo íntimo, no solo porque somos parte de Cambiemos, sino por lo institucional. En caso que la viceintendenta (Josefina Etienot) asuma en el Ejecutivo, a mi me toca administrar el Concejo Deliberante y eso implica una responsabilidad muy importante.
– Hubo de su parte una suerte de lanzamiento de un proyecto municipal a principios de 2018, pero después la agenda cambió con la denuncia judicial que ligó a la gestión municipal con una organización narco, en la que usted finalmente quedó desvinculado ¿Qué fue del proyecto Paraná 2030?
– Nos plantemos empezar a trabajar junto a los vecinos sobre las principales demandas que tiene la ciudad; establecer un diagnóstico de esos problemas y generar soluciones, pero con la gente. Ese era el diferencial. Tuvimos 12 encuentros, los hicimos en conjunto con la fundación alemana Konrad Adenauer y estamos próximos a hacer la publicación final de las primeras 40 propuestas del plan de gobierno sobre cinco ejes: desarrollo económico, desarrollo humano, infraestructura, modernización del Estado y servicios básicos para un municipio.
-Hay como un lugar común en la política entrerriana que dice que la Municipalidad de Paraná es muy difícil de gobernar, por lo que ha sido su historia, ligada al sobredimensionamiento de muchas áreas del Estado ¿Cómo enfrenta esa afirmación?
-Siempre nos han gustado los desafíos difíciles. Empezamos a militar para Macri presidente cuando todavía no era jefe de gobierno en un partido que ni siquiera tenía personería jurídica en Entre Ríos. Me parece que en la Municipalidad hay un modelo de gestión que está agotado, que tiene que ver con una cuestión de ciclos. Los últimos 30 años no se han implementado algunos elementos en la forma de gestionar y que creo que puede ser nuestro diferencial. Lo primero, una visión de trabajo en equipo, que no se ha dado por una dosis fuerte de personalismo de los intendentes. Es algo que ha hecho Macri en la gestión de la ciudad de Buenos Aires; lo hace Larreta, lo hace Vidal. Y lo segundo tiene que ver con la tecnología y como se involucra al vecino en la participación ciudadana. Es un déficit que Paraná tiene, más allá de iniciativa, presupuesto participativo, cuestiones que tienen que ver con las comisiones vecinales que se han ampliado a más de 200. El vecino debe sentir que es parte de la transformación de la ciudad.
-Otra afirmación que arroja la historia reciente de Paraná es que sólo puede ser gobernada por el peronismo o por un radical que se apellide Varisco, con todo lo que eso implica de tradición política ¿La sociedad ha cambiado lo suficiente como para votar a un dirigente joven, de un partido relativamente nuevo? ¿Es posible?
-Es posible ganar y es posible transformar la ciudad; hablar de una Paraná moderna que genere oportunidades para la gente que vive acá y que resuelva los problemas del vecino. Nosotros no estamos acá por una coyuntura electoral, sino por convicción y por ganas. Nuestro espacio político ha dado muestras de ser pionero en muchas cosas que parecían imposibles: desde que una tercera fuerza gane la presidencia hasta la cantidad de leyes que hemos sacado con minoría parlamentaria, o que la provincia de Buenos Aires sea gobernada por una mujer joven que no tenía antecedentes en el distrito y que enfrentó la corrupción en la policía, los problemas en la obra pública, la relación con los sindicatos. Si algo está claro es que nuestro espacio político ha podido interpretar muchos cambios que la sociedad estaba buscando. Nosotros tenemos que darle a la gente una propuesta y hacer el esfuerzo para que se entienda lo que queremos proponer. Esto no se agota en un cambio generacional por la edad. Nosotros venimos a aportar una visión de la ciudad del siglo XXI. Eso implica escuchar más a la gente, tener menos funcionarios de escritorio y más en la calle, poner la prioridad en que los recursos vuelvan en servicios. Pero si pensamos Paraná solo en los recursos básicos, nos está faltando la mitad de la película. Hoy una ciudad como Paraná, con una riqueza natural e histórica, tiene su potencial atado a una visión de desarrollo, y no sólo a como un municipio tapa un bache, corta el pasto o cambia un foco. Tenemos que sentarnos a ver cómo generamos empleo genuino, o competitividad para el turismo, como bajamos presión tributaria. Queremos que estas cosas se debatan en la campaña.
-¿Cuál es el principal déficit de la actual gestión municipal?
-Todavía ese salto cualitativo de poner la prioridad en el vecino para tratar de solucionar sus problemas, no sé si ocupan el lugar que debería en la agenda municipal. Se podría enriquecer agregando visiones en las que el vecino se sienta parte y donde haya un plan de desarrollo más integral de la ciudad. Es una discusión que no se agota en el intendente o en el gobierno municipal, sino que tiene que ser una cuestión de toda la política local.