
Mi balance del primer año del gobernador Bordet es positivo, a pesar que fue complejo, difícil y tuvo que adaptarse al nuevo escenario político, un gobierno nacional opositor pero también a la transición del poder, luego de ocho años de Sergio Urribarri en la Gobernación.
Con el apoyo de Urribarri, Bordet ha podido legitimarse gobernando con autoridad. A pesar de las dificultades financieras -que padecen casi todas las provincias- ha cumplido con los compromisos asumidos, con recursos provinciales en su gran mayoría; ha dado continuidad a las obras públicas, a la entrega de viviendas y ha gestionado nuevas; se han ejecutado los programas sociales y de gobierno de los distintos ministerios y organismos descentralizados y ha estado presente con asistencia frente a las emergencias que fueron muchas, todo con la austeridad que lo caracteriza.
A los trabajadores también les cumplió en base a lo acordado con los gremios en las paritarias, sin despedir un solo trabajador.
El gobernador Bordet, también hoy conductor del PJ entrerriano, debió contener al peronismo en los departamentos donde perdimos y equilibrar políticamente los departamentos donde ganamos y donde no, tareas nada sencillas para un dirigente que llega por primera vez a la Casa Gris a sentarse en el sillón de Urquiza. Todo ello recorriendo la provincia y dialogando mucho con intendentes y legisladores de la oposición y oficialistas, con gremios y organizaciones de la sociedad civil.
Bordet tuvo una relación con Gobierno Nacional responsable, de acompañamiento con críticas y disidencias pero priorizando el bien de todos los entrerrianos. Seguramente hubiera preferido tener un presidente peronista, pero hay que respetar el voto del pueblo, teniendo claro que si al Gobierno de Macri con todos los recursos que tiene le va mal, le irá mal al país, a la provincia y a nuestros municipios como lo demuestra la historia reciente.
Lo que hasta el 10 de diciembre de 2015 se solucionaba prácticamente con un llamado de teléfono, ahora implica ir todas las semanas a Buenos Aires a gestionar los recursos faltantes para nuevas obras y culminar las que comenzaron en la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y la Gobernación de Sergio Urribarri; también los fondos de los programas sociales, como autorizaciones para terminar de abonar los sueldos (adelantos de ATN y/o autorización para endeudarse).
Para Cambiemos Entre Ríos es una provincia donde perdieron por muy poco y tienen expectativas de revertir en las próximas elecciones, por ello entiendo se debe la visita permanente del ministro Frigerio con promesas y pocas concreciones, hasta ahora.
En el Senado desde comienzo de la actual gestión hemos mantenido un ritmo de trabajo constante, se han podido aprobar todas las leyes que el Gobernador necesitó, hemos sabido en el bloque FPV compatibilizar diferencias y orígenes políticos, con el objetivo principal de ayudar al gobierno provincial con el cual fuimos votados y a cuyo frente político pertenecemos, acompañados por el vicegobernador Adán Bahl.
El 99% de las leyes y normas legislativas las aprobamos por unanimidad con el bloque Cambiemos, senadores con quienes hemos tenido una buena relación, mucha discusión, trabajo en comisiones, coincidencias y diferencias, situación que no se daba hace tiempo y espero continué en el 2017.