
El cierre de Juntos por Entre Ríos -o lo que así se llamaba-, cambia rotundamente la dinámica de la vida política en la provincia. Que vaya un radical más, uno menos; que la lista se integre con un alfil del Gobernador o no, en el segundo, en el tercer lugar, es anecdótico. La interna de la Unión Cívica Radical del domingo, también.
La inscripción de la Alianza La Libertad Avanza, de color violeta, con un águila como ícono, deja varias noticias:
La primera: tres partidos que eran pilares del oficialismo que gobierna la provincia, con el liderazgo de Rogelio Frigerio, desaparecieron detrás de una identidad ajena. Y es asunto decorativo que desaparezcan o no de la nómina de candidatos.
La segunda: dos sellos que fueron soporte de la presencia de Javier Milei en Entre Ríos se suman a la identidad violeta que se llama LLA: el Partido Fe, que fue la herramienta electoral del presidente para triunfar en todos los departamentos de la provincia en el balotaje de noviembre de 2023; el Partido Libertario, que recién ahora concluye el trámite de su personería.
La tercera: el oficialismo de la Casa Gris tuvo más incidencia en la vida interna, las disidencias y desacoples del peronismo que en la propia fuerza política.
La cuarta: hay un Congreso de la Nación que sigue existiendo. El Poder Ejecutivo libertario lo pretende integrar con nuevas listas, nuevas configuraciones políticas, en todo el territorio nacional. Lo fue haciendo, fue desdibujando identidades. Basta con ver el modo en que los oficialismos provinciales y el entrerriano particularmente, fueron yendo a votar bajo los designios de la Casa Rosada.
La quinta: hay un Congreso de la Nación. Se lo arma con votos (o con encuestas que vaticinan votos); se lo arma con ahogo presupuestario a las provincias; se lo arma con una clase dirigente que presume -sondeo en mano- que su electorado dejó de existir.
Falta aún la gélida foto. Los candidatos de buzo violeta, con fondo de la Argentina en tiempos libertarios.
Fuente: Página Política