El presidente de la Federación Universitaria de Entre Ríos, Xavier Martínez, aseguró que “los dirigentes estudiantiles no podemos negar que desde 2003 la universidad argentina ha cambiado y mucho”.
Dijo que las agrupaciones que se reunieron el sábado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA para lanzar una nueva organización al margen de la Federación Universitaria Argentina (FUA) quieren “generar una nueva herramienta gremial que pueda canalizar las demandas de los estudiantes, que no mire a un costado cuando se están realizando cambios trascendentes en nuestro país”.
Martínez indicó que “los dirigentes estudiantiles no podemos negar que desde 2003 la universidad argentina ha cambiado y mucho”, y añadió que eso se refleja “en el presupuesto universitario, en el crecimiento de las becas ordinarias y las del Bicentenario, que van a carreras determinadas, en la repatriación de científicos y las obras de infraestructura”.
También mencionó “las nuevas universidades que se han creado, todo en el marco de un presupuesto educativo nacional que supera el 6% del PBI, por lo que no se puede ver la universidad como en el 2001, cuando (Ricardo) López Murphy planteó achicar el presupuesto”.
El entrerriano, consultado por Télam, indicó que “después de lo realizado en sábado, se va a seguir en el camino de armar una nueva federación universitaria, en la que hay agrupaciones de distintas ideologías, dispuestas a iniciar un nuevo camino para que se sumen todos los universitarios que quieran debatir nuevas propuestas”.
La FUA K
“Esto no es una ruptura sino la fundación de algo nuevo, no es una FUA disidente, sino la creación de una herramienta gremial diferente, y para eso convocamos a todos los que quieran representar a los estudiantes desde una posición activa”, propuso.
Martínez aseguró que lo que el oficialismo universitario critica es, por un lado, “la cuestión política de hacer un planteo ciego de la realidad, como si nada hubiese sucedido desde 2003, y por otro, la forma de conducir a los estudiantes”.
“Creemos que la FUA es una cáscara vacía, un sello que utiliza el brazo universitario del radicalismo, que no canaliza demandas ni de bienestar estudiantil ni sobre la función social de nuestra universidad y el rol que tiene que cumplir en un proyecto de país”, agregó.
El titular de la FUER indicó que “tampoco adentro de FUA hay reglas claras, donde uno pueda alzar su voz y tener una respuesta clara. Se siguen utilizando prácticas que tienen que ver con el siglo XIX, en lugar de convocar a estudiantes y agrupaciones que quieran participar. Por eso planteamos construir esta herramienta gremial nueva, en la que se pueda disentir pero con ganas de debatir cosas nuevas, que es lo importante”.

