
Las fuerzas de la oposición decidieron hacer el intento de juntarse, por lo menos, en menos fracciones. La experiencia de los últimos años parece que les fue suficiente.
El viernes pasado el Partido Fe, el Movimiento Social Entrerriano, el Frente Entrerriano Federal (FEF) y el partido Unión Popular (Adrián Fuertes) firmaron un acuerdo para inscribir en Entre Ríos una alianza opositora. Es, en definitiva, el peronismo opositor al kirchnerismo que se encolumnó bajo la figura de Sergio Massa.
Este anuncio fue leído en las filas de la UCR como una demostración de fuerzas para negociar con ellos y el PRO, la alianza que se selló en la Convención Nacional.
Hoy Jorge Busti irá al radicalismo, en lo que será un hecho histórico. En el seno de la conducción del centenario partido le bajaron las expectativas al cónclave. Es sólo una foto, dicen en la sede de calle San Martin. ¿Cómo hacer para que el radical de a pie digiera la figura del ex gobernador en una misma propuesta electoral? La respuesta es: “Imposible”. La idea de juntarse para salvar a la república, o en este caso la provincia, – no alcanzaría. A Busti lo recibirá el presidente del Comité Provincial, Fuad Sosa; y el presidente del congreso, Luis Kirpach.
Adrián Fuertes tuvo su reunión con los radicales, pero no hubo comunicación.
El precandidato a gobernador Atilio Benedetti – pese a que la Convención Nacional haya cerrado un acuerdo con el PRO y la Coalición Cívica y él haya sido un defensor de esa estrategia – llama a todas las fuerzas de la oposición a darse una oportunidad de diálogo. Se mostró la semana pasada con algunos peronistas. Fuertes hizo lo propio a principio de semana con Juan Carlos Lucio Godoy, otro radical con intenciones de dar la pelea por la gobernación. A Alfredo De Angeli no lo dejan hablar. Del ruralista solo se conoce a través de comunicados oficiales.
El primero que anotó a un peronista en sus huestes fue Sergio Varisco. Trajo a Gerónimo Venegas, quien llegó a Paraná para alentar su precandidatura a intendente. Carteles con el rostro del radical tienen, abajo, la etiqueta del partido Fe. No solo sería la pata peronista, sino también la billetera. El precandidato sumó el apoyo de un histórico bustista, Santiago Gaitán. Varisco suele tener mejor relación con dirigentes peronistas que con algunos de sus correligionarios.
Fabián Rogel, otro precandidato a gobernador con buenas relaciones con peronistas, es el más insistente con abrir el frente que se selló en Gualeguaychú. Por ahora sólo se muestra con radicales en sus recorridas. El último, Ricardo Troncoso, a quien enfrentó en la interna.
Fuera de los espacios de izquierda y el Partido Socialista, el escenario opositor tiene dos frentes: el que constituyen la UCR y el PRO; y el formalizado el viernes pasado, que aglutina a todo el peronismo opositor. Las elecciones en Entre Ríos aún no tienen fecha, de ser simultáneas con las nacionales, como todo lo indica, complica a los opositores. Macri se niega a sumar a Massa a un frente y que sean las primarias quienes definan los candidatos. En la provincia, peor aún, resta saber qué sucederá con la Ley Castrillón. La norma provincial obliga a inscribir el frente 90 días antes de la fecha de las PASO locales. Falta un mes. Ese punto no es necesario modificarlo para adecuar la ley entrerriana con la nacional.