La Unión Industrial de Entre Ríos (UIER) fijó posición ante los hechos ocurridos en el mundo de las finanzas, en rigor, en la devaluación del dólar blue.
La entidad se manifestó a través de su presidente, Antonio Caramagna, quien consideró que “son momentos que exigen mesura y serenidad y un plan del gobierno que apunte prioritariamente a controlar la inflación”. Así, “con un plan estratégico, progresivo y sustentable en el tiempo, el factor especulativo dólar se terminaría rápidamente”, apuntó en un documento enviado a Página Política.
El miércoles 20 fue un día de tensiones para la política cambiaria nacional. El cierre del dólar blue a $ 8,75 provocó que diversas personalidades del quehacer económico e industrial salieran a brindar sus opiniones y preocupaciones al respecto.
“Son momentos que exigen mesura y serenidad en el análisis, entendiendo que estas perturbaciones ameritan evaluaciones y decisiones correctivas por parte del gobierno que tiendan a descomprimir tensiones y desalentar especulaciones.”, dijo Caramagna. Y agregó: “En definitiva, son reacciones espasmódicas negativas que podrían ser corregidas dentro de un plan sistémico que el gobierno debe poner en vigencia. Medidas aisladas que se toman generan ciertamente incertidumbres y las consabidas reacciones del mercado”.
El vicepresidente de la Unidad Industrial Argentina (UIA), Luis Betnaza, afirmó que “el manoseo del tipo cambiario” termina en “especulaciones” en torno al dólar. “Existe una suma de variables que necesitan ser estables para permitir fijar horizontes claros”, sostuvo Caramagna.
Sobre el tipo de cambio, el industrial del acero dijo que “la respuesta pasa por un plan integral que apunte como primera meta al origen del problema y que se llama inflación, derivada de múltiples factores que necesariamente deben ser corregidos en forma progresiva y urgente”.
“La salud de la economía necesita un plan que ponga en caja a la inflación en forma prioritaria dado que, a partir de aquí, el factor especulativo dólar se terminaría rápidamente porque habría dominio de los costos, se tendría certeza sobre expectativas de corto, mediano plazo y largo plazo y se recrearía la inversión, entre otras cuestiones no menores”, concluyó.

