
Fue una marcha distinta a la de los últimos años. La de este 24 de marzo, a 41 años del golpe de Estado, tuvo algunas particularidades.
En primer lugar, lo central tal vez, es que se restableció la unidad de los sectores que tradicionalmente marchan y ya no se dividió la columna hacia el final en dos actos. La columna concluyó unida como tradicionalmente fue, frente a la placa que recuerda a los desaparecidos en Plaza Alvear. Junto con eso, la manifestación pareció más nutrida que en los últimos años.
La otra novedad es que justo cuando se logró reunificar a los manifestantes, el radicalismo de Paraná, encabezado por Sergio Varisco, decidió convocar a la marcha pero su gruesa columna no hizo todo el recorrido. Frente al municipio, la militancia radical que se ubicaba en último lugar detuvo su marcha para el acto en la Plaza de la Confederación, lindera al edificio del gobierno local.
No podía haber ido el radicalismo hasta la placa en Plaza Alvear. El documento al que se dio lectura allí encontró su delicado equilibrio en pos de la unidad en la crítica encendida al gobierno nacional de Cambiemos al que se identificó como continuador por la vía electoral del proyecto político, económico y cultural de la dictadura militar.
En efecto, Mauricio Macri se constituyó en el unificador para expresar la resistencia al discurso negacionista del Terrorismo de Estado que abona el gobierno nacional, para cuestionar las políticas en materia económica y para impugnar las cesantías, el ajuste, el aumento de precios y la caída del consumo.
No se nombró a otro dirigente político. Sólo a Macri. No se mencionó a Néstor Kirchner y Cristina Fernández -clave para lograr que todos los sectores firmaran el documento-. Pero tampoco se mencionó a Gustavo Bordet aunque si hubo críticas al gobierno provincial por su posición en la negociación salarial con estatales y docentes.
Se afirmó que el ajuste nacional que también “se sufre” en la provincia, se “expresa en la oferta salarial a los docentes y trabajadores del Estado provincial del 6% y del 18% para todo el año, que se intenta aplicar por decreto”. Se denunciaron además “los descuentos y prácticas que atentan contra el derecho a huelga en nuestra provincia” y se expresó la solidaridad con los trabajadores de Cotapa, Entre Rios Crushing, Cooperativas de la construcción, El Diario, Lt14, Radio la Baxada.
También se disparó contra la gestión Bordet, sin nombrarlo, por la actuación de la Policía de Entre Ríos. Se acusó a la fuerza de actuar “cada vez con mayor violencia y arbitrariedad” y someter “a los jóvenes a apremios ilegales, sobre todo a los pertenecientes a los barrios más humildes y hay comisarías de nuestra provincia en las que se practica la tortura”.
La libertad de Milagro Sala y una dura crítica al Poder Judicial de Jujuy, como era de esperar, estuvo en el texto que se leyó en Plaza Alvear.
La columna radical no podría haber estado allí, como se dijo. Antes que nada porque no se nombró a Sergio Varisco. Pero hubo duras críticas a la gestión municipal en materia de política cultural, en “el vaciamiento” de políticas de género y lo más duro se trajo a colación el vínculo de funcionarios con causas judiciales por narcotráfico.
Representar a la inmensa variedad de sectores, reunidos en un solo texto, llevó a la redacción de un documento extenso cuya lectura demandó alrededor de 40 minutos.
Tuvo un espacio destacado el reclamo del movimiento feminista, la bandera del aborto legal, seguro y gratuito, la exigencia de políticas de salud sexual y reproductiva, de educación sexual y de prevención de la trata.
30 mil
Una y otra vez se volvió sobre un punto: cuestionar el relato negacionista que impulsa el gobierno nacional, relativizando los alcances del genocidio y sembrando dudas sobre el número de víctimas. La consigna más escuchada fue «30 mil compañeros desaparecidos» y «fue un genocidio».
“El gobierno de Macri y su gabinete de CEO´s ha hecho de la negación del genocidio una política de Estado. Buscan construir un relato histórico cuyo objetivo es frenar la lucha por memoria, verdad y justicia; dar vuelta una página, clausurar los juicios para que reine la impunidad”, enumeraron los firmantes, quienes se encargaron de recordar la editorial del diario La Nación que “clamaba cínicamente ‘no más venganza’”.
La advertencia sobre la negación del genocidio se repite en otras oportunidades. Pidieron terminar con “las declaraciones negacionistas del funcionario de la aduana y ex carapintada Juan José Gómez Centurión, que provocaron el repudio y pedido de renuncia de parte de autoridades de derechos humanos de 13 provincias”. Rechazaron también la postulación como representante ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del abogado Carlos Horacio de Casas, “cuya única participación en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia que protagonizó nuestro país consistió en haber sido defensor del represor y genocida Enrique Gómez Saa”. Ambas cuestiones –según los organismos – “no son medidas ni dichos aislados. Son el correlato empírico del discurso del Presidente Macri que llama ‘guerra sucia’ al Terrorismo de Estado y de una corporación político-mediática que pretende restituir la Teoría de los Dos Demonios para relativizar el genocidio. Así la alianza Cambiemos busca retroceder sobre las conquistas históricas alcanzadas tras décadas de lucha del pueblo argentino”.
El texto completo: