En teoría, de los 28 nombres anotados para la interna radical del 10 de agosto sólo tienen alguna posibilidad de llegar al Congreso de la Nación los que encabezan las listas de diputados y senadores nacionales.
Las chances que la UCR posee de renovar las tres bancas que pone en juego (dos diputados y un senador) son nulas en el actual contexto político. Tanto si la UCR termina yendo en alianza (lo más probable) como en el remoto caso de que se presente sola a las elecciones de octubre.
Es que con el grueso de la primera línea de dirigentes participando del gobierno provincial y actuando como aliados en la Legislatura sería muy raro que el Congreso radical del 2 de agosto aprobara romper con Rogelio Frigerio para competir con la histórica Lista 3.
La mayoría está para ratificar la continuidad de la UCR en Juntos por Entre Ríos. Y lo que en todo caso está en debate es si además se suma La Libertad Avanza.
Pero en cualquier escenario, la UCR no podrá renovar las bancas que en diciembre dejan libre Atilio Benedetti y Marcela Ántola en la Cámara de Diputados y Stella Olalla en el Senado.
Con suerte, la UCR podría aspirar a una o, a lo sumo, dos candidaturas en lugares expectantes de una lista para octubre. Su integración en la lista de un frente (sea con LLA o sólo con JxER) podría variar según el género de los candidatos de los otros partidos. Por eso que hay que mirar los dos primeros lugares de las listas que se anotaron el jueves: el varón y la mujer que podría entrar en su reemplazo.
De allí que las candidaturas que importen sean las dos primeras de cada lista. Por ejemplo, la lista del oficialismo partidario –que en teoría tiene la estructura para ganar en una elección cerrada– es fruto de un acuerdo de tres sectores: la Corriente Illia de Atilio Benedetti, Construir de Darío Schneider y Vamos Radicales, que lidera Francisco Azcué. Los dos primeros encabezan las listas, para el Senado y para Diputados. Y el intendente de Concordia lleva a la segunda diputada, Eliana Lagraña.
Si fuera que el lugar que le queda a la UCR es para una mujer, la actual concejal de Concordia, que preside la Juventud Radical provincial, podría terminar siendo la representante del radicalismo en la lista de un eventual frente de Frigerio con LLA. Azcué ha sido el principal impulsor de esa alianza dentro de la UCR y define al Gobernador como su conductor político.
Escenario 1: polarización
Si el Congreso radical del 2 de agosto decide acompañar a Frigerio y éste anota, cinco días después, un frente junto a Milei, el escenario electoral entrerriano de octubre se polarizará entre esa alianza oficialista y el peronismo.
Entre Ríos renueva este año 5 diputados y 3 senadores. En un escenario de polarización, el partido que gane la elección puede sentar en el Congreso a 3 diputados y 2 senadores.
De mínima, en una alianza con LLA un diputado y un senador serían puestos por Milei. Es decir que a Frigerio le quedarían -en el mejor de los casos- 2 diputados y 1 senador propios.
¿Cuánto espacio habría para la UCR en este esquema? Quizás no más que una banca ¿El tercer lugar en la lista de diputados? ¿El segundo, si en el reparto le toca poner la mujer? ¿El segundo senador?
Escenario 2: tercios
Si Frigerio no acuerda con Milei, la UCR tiene más posibilidades de ocupar cargos expectantes en las listas de Juntos por Entre Ríos, tomando en cuenta que es el partido más grande del frente oficialista provincial.
Pero en tal caso los cargos expectantes serían menos porque las legislativas de octubre se librarían en Entre Ríos en un escenario de tercios, como el de las últimas elecciones.
En la categoría de diputados, el peronismo obtuvo en 2023 casi el 40% de los votos, Juntos por Entre Ríos 36,5% y LLA 23,7%. Si las proporciones resultaran ahora similares (no importa el orden), las 5 bancas de diputados podrían repartirse 2 para el primero, 2 para el segundo y 1 uno para el tercero.
El dato es quién sería el primero. Porque, por disposición constitucional el que gana (aunque sea por un voto) se lleva 2 senadores, el segundo 1 y el tercero se queda sin representación en el Senado.
La gran pregunta para la UCR es si en un frente sin Milei tiene más chances de encabezar una lista. Porque sólo así se aseguraría renovar al menos una de las tres bancas que pone en juego.
Para la UCR, el escenario de tercios le daría en principio un mayor incentivo para juntar votos en esta elección, porque en el caso de un triunfo hasta podría renovar dos bancas, siempre que sus candidatos se ubiquen entre los dos primeros lugares de ambas listas. En un frente con Milei, esa posibilidad no existe.
Con este incentivo tan pobre, la interna radical -forzada por la decisión de los críticos de dar la pelea- no está motivada tanto en el Congreso de la Nación como en la discusión política que en todo el país atraviesa a la UCR: cómo pararse frente al gobierno de Milei. En Entre Ríos se agrega la revisión de los términos de la alianza con Frigerio.
Fuente: Página Política





