
Es más el entusiasmo que la información concreta la que gira alrededor de que Sergio Urribarri se convierta en el compañero de fórmula de Daniel Scioli.
Los dirigentes y colaboradores más cercanos al mandatario dicen que la posibilidad está abierta, pero que ese misterio se conocerá sobre el límite del cierre de listas: el 20 de junio a las 0 hora. En el sciolismo entrerriano la respuesta es idéntica.
Lo que es evidente es la forma en que mutó la relación del oficialismo con los dirigentes que desde la primera hora simpatizaron con la figura del ex motonauta. El diputado provincial, Pablo Mendoza, se subió a palcos urribarristas. Lo mismo el intendente de Gualeguay, Luis Erro, quien pelearía una senaduría en el esquema que armó Urribarri.
El otro dato que se hace notar en el seno del oficialismo es que al gobernador no se le haya escuchado una sola expresión sobre la figura de Florencio Randazzo, el depositario del kirchnerismo puro que supo vender Urribarri y que representaría la identidad más parecida al cristinismo. No hay en esta comarca una sola junta promotora de la precandidatura del ministro.
En Entre Ríos ya apuestan a ganador. La idea de exprimir la naranja es historia. José Cáceres, a las pocas horas que se bajara Urribarri, lo hicieron elegir en una entrevista radical entre el ministro de Transporte y el mandatario bonaerense. Utilizó una anécdota enmarcada en la organización de una vieja edición de la Fiesta del Mate para dar cuenta de la relación que existía entre el entrerriano y su par de provincia de Buenos Aires. La semana pasada, el ministro de Planificación, Juan Javier García, sostuvo que una síntesis de la unidad del “proyecto nacional” sería la fórmula Scioli – Urribarri. Parecía una broma escuchar de la boca de oficialistas las declaraciones que Jorge Asís hizo en el programa de Marcelo Longobardi en Radio Mitre. El escritor vio ese binomio casi como un hecho consumado. Como si fuera poco, Oscar Macias, director de Casinos de la provincia de Buenos Aires, visitó Feliciano la semana pasada y dijo que “no es descabellado” esa fórmula.
El entrerriano podría convertirse en el representante del cristinismo en el binomio.
La otra posibilidad es que Urribarri no acompañe a Scioli. Ofrecida la diputación nacional a Julio Solanas, el segundo lugar debe ser para una mujer. En Casa de Gobierno hay quienes especulan con que el gobernador encabece la lista de diputados para luego presidir el cuerpo (y cuidar el territorio). Sería transitar el mismo camino de Jorge Busti. Otros se inclinan por la hipótesis que ubica al entrerriano en Buenos Aires, sea presidiendo el Senado o en algún ministerio. Eso sí, siempre que sea su par de Buenos Aires quien asuma la jefatura del Estado el 11 de diciembre.