
La figura de Estanislao Karlic aparece, por primera vez, desmenuzada en un libro. Se trata del trabajo Karlic. Las dos vidas del cardenal, de Ricardo Leguizamón, que se presentará el 14 de marzo, a las 20,30, en el Centro Cultural La Hendija.
Se trata de una obra que recopila la extensísima trayectoria eclesiástica del ex arzobispo de Paraná entre 1983 y 2003, desde sus inicios en Oliva, Córdoba, hasta alcanzar la presidencia del Episcopado, durante dos trienios, entre 1996 y 2002.
En sus páginas, no sólo se recorre su vida eclesiástica, sino su participación como hombre público que ha sido en la vida política y social de la provincia y el país, y contiene un capítulo íntegro dedicado al escándalo de los abusos en el Seminario de Paraná, protagonizado por el cura Justo José Ilarraz, quien fuera chofer y secretario de Karlic.
En el capítulo diez, bajo el título “La intervención”, se repasa la activa participación que tuvo Karlic en la superación de la brutal crisis de gobernabilidad que atravesó Entre Ríos entre 2002 y 2003, cuando estaba al frente del Ejecutivo Sergio Montiel.
A continuación, Página Política transcribe párrafos del capítulo en el que se da cuenta el rol que jugó Karlic en los días cruciales de la crisis que estalló con las jornadas de diciembre de 2001:
La intervención
Las elecciones de 2003 traerían un soplo de aire renovado en el país, y la renovación institucional sería un hecho esperanzador para buena parte de los argentinos, aunque aquí, en Entre Ríos, los tironeos continuarían por un tiempo más.
(…)
Entre Ríos, entre tanto, era una olla a presión.
Primero fueron los saqueos de diciembre de 2001, después el atraso en el pago de los sueldos a los empleados estatales durante 2002 y 2003, y más tarde la circulación de los Bonos Federales, y todo eso aderezado de una crisis política que enfrentaba a la administración Montiel con buena parte de la oposición, más sus propios aliados que se habían alejado del redil.
A principios de febrero de 2003 –dos meses antes de que el Vaticano le aceptara la renuncia al cargo de arzobispo de Paraná– Karlic procuró un gesto de acercamiento entre las distintas fuerzas y el gobernador Sergio Montiel para encauzar la crisis social y política de la provincia.
Se sumaron a la convocatoria los obispos de Concordia, Héctor Cardelli, y de Gualeguaychú, Luis Eichhorn.
El encuentro se concretó el jueves 6 de febrero, en la Curia, y fue pedido por Montiel.
Antes, Karlic había citado en su residencia de la Costanera Alta al titular de la Cámara de Diputados, Julio Rodríguez Signes, con el objetivo explícito de poner un freno al clima de crispación que reinaba en la provincia, con un claro ambiente caracterizado por la ingobernabilidad.
El encuentro con Rodríguez Signes había sido a finales de diciembre de 2002. “Ese día llovía, y estábamos los dos solos, en su residencia. El encuentro fue después de que el primer pedido de juicio político había fracaso por el voto contrario de (el diputado justicialista Félix) Del Real, y del segundo revés, cuando el Superior Tribunal de Justicia nos revocó la decisión de expulsar a un grupo de legisladores que no iban a las sesiones. Luego de esa decisión del Superior, Karlic me convocó y me pidió expresamente que pongamos punto final a la confrontación”, recordó Rodríguez Signes.
Luego de esa reunión, sucedió aquel encuentro de principios de febrero del año siguiente, con Karlic a la cabeza de la reunión. “Fue (Sergio) Urribarri, (Marcelo) Casaretto, (Julio) Solanas, Montiel, y yo. Me sentó al lado de Montiel, y pidió expresamente la sanción del Presupuesto, porque sin esa ley Montiel no conseguía que la Nación le canjeara los Bonos Federales. Fue un pedido expreso que hizo. Era el único que podía mediar en aquel conflicto, ya que se venía de una situación extrema en la provincia”, recordó el ex legislador, luego fiscal de Estado de la administración del gobernador Sergio Urribarri.
En ese ámbito, Karlic les dijo: “Este llamado tiene como propósito el interpelarnos a todos sobre la responsabilidad de servir al bien común”.
(…)
Al hablarles a unos y otros, Karlic señaló: “Somos conscientes de la delicada situación por la que atravesamos y de la responsabilidad que nos cabe a todos los que compartimos la vida en esta tierra entrerriana”.
Y no les habló de asuntos del alma cuanto de temas más terrenales, de la asistencia necesaria de la Nación a la provincia para poder pagar sueldos atrasados, y la responsabilidad de los legisladores y el Poder Ejecutivo en esa cuestión.
“¿Cuáles son los grandes obstáculos que impiden el juego normal de las instituciones políticas? En las largas y profundas conversaciones sostenidas en estos días se señalaron tres cuestiones urgentes y prioritarias: el presupuesto provincial, el convenio con la Nación y la reforma del artículo 2° de la Ley 9472”, norma esta última que habilitaba la toma de un crédito con la Nación.
De modo directo, quizá como nunca había hablado en público, Karlic les dijo: “Es la oportunidad, pues, de pedir a los señores legisladores, de modo especial a los diputados, que estudien la cuestión para que, con el aporte de todos los que tienen responsabilidad de elaborarlo, logren cuanto antes sancionar la ley correspondiente que permita comenzar un movimiento que beneficie a toda la Provincia. Entre los beneficios que se seguirán está el poder pactar un convenio con la Nación a fin de obtener ayuda que permita pagar en tiempo las jubilaciones y los sueldos del personal de la Provincia y atender a los problemas urgentes de salud en hospitales y dispensarios, así como a la educación de nuestros niños y jóvenes, para satisfacer los auténticos derechos de los docentes y evitar el gravísimo peligro de la pérdida de clases (…)”.