
“Es temprano”. Esa es la primera respuesta que tiene cualquier dirigente justicialista con algún capital territorial o pretensiones para el 2015. Esa primera respuesta no se la creen ni ellos. El 2015 empezó hace meses.
Esa tempranera debe traducirse como una situación de incertidumbre. Es lo que prima en el seno del oficialismo. Sergio Urribarri recorre el país y en la provincia dejó sobrevolando la promesa de liberar y que sean las elecciones internas las que definan su sucesión en el Poder Ejecutivo.
El gobernador no tiene, en Entre Ríos, las complicaciones que Cristina Kirchner tiene en la Nación. Con más resto político, el mandatario es el mejor elector en la comarca. Pero tampoco tiene el capital que tuvo en 2011, cuando arrasó con el 56 por ciento de los votos; y en 2013 cuando cosechó el 46.
Urribarri logró su reelección en la cúspide electoral del kirchnerismo ante un peronismo disidente testimonial. El 2015 encuentra a la escudería K por debajo de otros dos peronistas: Daniel Scioli, del Frente para la Victoria; y Sergio Massa, del Frente Renovador.
Ante este escenario, los jefes comunales empezaron a frecuentar un espacio que estaba dormido: la Liga de Intendentes Justicialistas. El jueves pasado mantuvieron un encuentro con el jefe de ministros, Hugo Ballay; y el titular de la cartera de Economía, Diego Valiero. Este jueves repetirán la cita en Paraná. El anfitrión será el ministro de Planificación, Juan Javier García. En el primer cónclave hubo reclamos por las obras del programa nacional Más Cerca. Valiero les lloró la carta contando el tremendo déficit que genera la Caja de Jubilaciones. El tema sólo tiene preocupado al contador. La reunión de Chajarí fue una también para empezar a hablar de política. El hielo lo rompió Luis Erro. El intendente de Gualeguay, el menos cercano a Urribarri, pidió una reforma en la Ley Castrillón. Quiere terminar con la lista sábana en diputados. Varios de sus pares acompañarán un proyecto que va en ese sentido. El texto –se adelantó a Página Política –sería presentado como una propuesta consensuada de la Liga al gobernador.
Esa iniciativa también la ven con buenos ojos varios de los legisladores. En principio los que tienen peso propio en sus departamentos. Creen que, a diferencia de 2011, son ellos los que empujan y no la Nación la que arrastra. En esa teoría se cuela el salvavidas naranja de Scioli, el mejor posicionado en el PJ. Marcelo Bisogni recorre la provincia sin candidato a presidente. Sus compañeros de bloque se entusiasman con “el monito”. Cerca del diputando largaron el rumor de que estaría en conversaciones con el sciolismo. Se escribió en algunos medios y no lo desmintió. Hasta ahora es “el candidato de Uruguay” y de muchos diputados. Ese cuerpo legislativo es el único que no adhirió corporativamente a la candidatura presidencial de Urribarri. Uno de ellos, Juan José Albornoz, trabaja para la candidatura de Jorge Taiana.
El Senado tuvo su encuentro con el gobernador. Se le presentó al jefe de campaña, Miguel Ángel Altamirano. El presidente de bloque, Enrique Cresto, es el encargado de la campaña de Urribarri en Corrientes. José Cáceres no tendría destino. El vicegobernador se llamó a silencio. No atiende el teléfono, toda una señal. Decidió expresarse en los muros. Este fin de semana pintó en distintas zonas de Paraná su nombre junto a la consigna “2015”. Una pieza más para empezar a armar el rompecabezas.