
Con ambos sectores integrados en la lista provincial “oficial”, que encabeza Eduardo Caminal, la interna de Paraná se explica en cuestiones netamente locales.
Se va a internas porque Acosta no aceptó la propuesta de Gainza para que secunde con un candidato suyo en la fórmula a Silvia Campos, delegada del INADI en Paraná durante la Administración Macri y candidata a concejal por Cambiemos en las últimas elecciones.
El PRO tiene dos concejales en Paraná. Maximiliano Paulin, que responde a Gainza; y Desireé Bauzá, del sector de Acosta. Campos quedó a pocos votos de entrar.
Bauzá ingresa en la lista que Gainza encabeza para la intendencia por un acuerdo, derivado de la declinación de la precandidatura de Diego Dlugovitzky, impulsado por la ex viceintendenta Josefina Etienot y por Acosta. Esa competencia interna en el PRO ponía en riesgo la posibilidad de que Gainza obtuviera el piso de votos necesarios para alcanzar la minoría y con ello pudiera acceder a integrar la lista de concejales de Sergio Varisco que, todos descartaban, se impondría en la interna de Cambiemos de abril de 2019.
Con juntar dos o tres puntos en las PASO, Dlugovitzky podía quitarle lo necesario para alcanzar la minoría del 25% de los votos a Gainza que establecen los estatutos de Cambiemos, y el PRO corría el riesgo de quedarse sin nada. Por eso fue Bauzá en la lista. Dlugovitzky, un exdirigente de la DAIA que daba sus primeros pasos en política, se bajó a cambio del segundo concejal para sus madrinas políticas: Etienot y Acosta.
Cuando asumen las bancas, Bauzá pretende conformar un bloque aparte. Gainza se lo niega. Y después, cuando conforma junto a dos concejales radicales, que se apartaron de Varisco, el bloque de Juntos por el Cambio, Gainza le ofrece integrarla, pero la edila no acepta y se mantiene en su bloque de PRO.
A todo esto, Dlugovitzky ya había descubierto que su verdadera vocación política estaba en el peronismo: se integró a la gestión de Adán Bahl como subsecretario de Transporte.
Por fuera de estas diferencias, la pelea en Paraná presenta una curiosidad. Se libra entre un dirigente que ya fue precandidato a intendente y que tiene claras aspiraciones de volver a serlo en 2023 y una diputada provincial que ha decidido vivir fuera de la provincia de Entre Ríos. Con domicilio en Escobar, provincia de Buenos Aires, Acosta carece de un trabajo político territorial en Paraná y no ha dado muestras de tener aspiraciones locales.
La competencia
Para la departamental Paraná, el sector de Gainza impulsa a Campos y el de Acosta a Diego Vélez, un colaborador suyo sin muchos antecedentes políticos.
Como delegados a la Asamblea provincial (el equivalente al congreso partidario) la lista de Gainza lleva como candidatos a dos figuras conocidas de PRO: el exministro de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere y el presidente del bloque de diputados provinciales Esteban Vitor.
Acosta propone como alternativa una lista de asambleístas que encabeza una figura poco conocida como Héctor Venturini y que secunda la concejal Bauza.