
La publicación se fundó en 1999 y desde entonces su equipo editorial la edita anualmente –además de sostener un espacio web (www.espaciospoliticos.com.ar) -, para su distribución en los congresos de Democracia que sesiona en Rosario y el congreso de la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP) que se reunió en Paraná.
Maximiliano Campos Ríos afirmó que la revista libro –la novena edición es la que acaba de salir a la luz- busca no reducirse al mundo académico. “Apuntamos a cualquier público con el fin de crear un espacio de reflexión y análisis político; no pretende ser una revista precisamente científica porque justamente queremos difundir la ciencia política para que sea de consumo masivo”, afirmó en diálogo con Página Política.
“La Argentina, básicamente, es un lugar donde, como decimos los politólogos, uno no se aburre nunca. Cuando no está la reforma judicial, está en debate la reforma política, o se impulsa una reforma constitucional y cuando no, se presentan lógicas políticas interesantes para ver como el fenómeno Massa”, afirmó Campos Ríos que destacó que “el politólogo tiene la grata tarea de interpretar y reinterpretar constantemente un escenario en permanente cambio”.
Al ahondar en algunos temas, afirmó que “la Argentina vive momentos muy interesantes”. “Se podría dar una reconfiguración del sistema político, se plantea como tema la crisis sucesoria en el partido oficialista, surge como inquietud la reconfiguración de América Latina y qué sucede con los liderazgos. Estamos viendo cambios que quizás se hacen imperceptibles en el presente y que tendrán un alto impacto”, describió.
Con relación a la “crisis sucesoria” y consultado por la figura de Sergio Urribarri en el contexto nacional, afirmó: “Urribarri, como cualquier gobernador está en el juego de los que quieren suceder a Cristina. Corresponderá analizará esto en función de cuál va a ser el mecanismo de selección del sucesor, ver la figura de Urribarri, la de Capitanich pero también mirar la provincia de Buenos aires donde los intendentes pasaron a ocupar un rol clave que no tenían hace diez años”, dijo.
No descartó que pueda “surgir algún tapado, un intelectual, un académico” y puso como ejemplo que “si hace diez años en el mundo de los politólogos preguntábamos si el profesor Juan Manuel Abal Medina –de fuerte presencia en la academcia de la ciencia política- iba a ser quien pasó a ser hubiéramos dicho que no”.
Finalmente, insistió: “Lo lindo de la Argentina es que hay siempre un trabajo de actualización constante de la ciencia política, viendo la coyuntura, pero también haciendo el esfuerzo de hacer una perspectiva de mediano y largo plazo para no caer en el análisis meramente coyunturalista”.