A diez días de la elección, la candidata a diputada nacional de la Lista Ahora 503, Paola Rubattino, despliega acciones de campaña en la capital provincial. Entre su visita a un comedor comunitario y una serie de contactos con medios paranaenses, la dirigente de Gualeguay habló con Página Política.
En la entrevista, un balance de la campaña, una interpretación del armado que muestra el peronismo para esta elección, una decisión de poner el foco en 2027 y una vela que prende en pos de una mesa en el justicialismo que permita “construir unidad política, estratégica, generosa”.
–Para la Lista 503, el traslado de la interna del peronismo a la elección general aparece como fundante, como causa de origen. ¿En qué han decidido poner el acento en esta campaña? ¿En la confrontación con Javier Milei o en las disputas en el espectro peronista?
–La campaña ha tenido mucho énfasis en la política de Milei, claramente. La centralidad que tiene hoy Milei es lo que hace que la mayoría de los argentinos y los entrerrianos tengamos que pasar por lo que estamos pasando. La confrontación es con Milei y con su modelo de país, su modelo de la motosierra contra los trabajadores, los jubilados, los docentes, la salud pública. Después, en el poroteo, se dieron disputas que tienen que ver con el Partido Justicialista. Pero esas cuestiones a mí no me distraen. Uno mira para adelante, con ganas de amasar unidad, con ganas de comprender que lo que viene es una mesa crítica, con musculatura y con elevado debate respecto de lo que queremos que sea el programa peronista hacia adelante. Tenemos que estar todos los actores en la mesa para el 2027.
–¿Qué chances le ves a que eso suceda, a que sea posible una reconstrucción de la unidad?
–Lo primero que veo como desafío es en el Congreso (de la Nación) que viene. Ese Congreso tiene que poder generar el piso para una posición que frene, que gane las batallas por delante ante la entrega de este gobierno que se ha profundizado en las últimas semanas con las condiciones que pone Estados Unidos para esta elección. El peronismo será clave en un Congreso que levante la vara. Para mí es la primera escena de lo que viene.
–¿Esperas una bancada del peronismo en unidad? ¿Un motor allí que orden, que conduzca a la dispersión que se ve hoy?
–Absolutamente, creo que va a ser ahí. El congreso tiene que ser la usina desde la que podamos convertirnos en una opción creíble, con un programa de trabajo hacia adelante. No tengo dudas de que en la provincia de Buenos Aires a ese proceso lo va a encabezar Axel Kicillof. Acá en Entre Ríos, tendremos que sentarnos en una mesa, después del 26 de octubre, con los resultados en la mano, para refundar este peronismo que tiene que ver con estar cerca del vecino, con estar ensamblado con la realidad que viven los trabajadores, los asalariados, los docentes, los jubilados. Un peronismo que no naturalice que llegás al poder y apagas las luces y los teléfonos.
El día 27
–Decís de que el peronismo se siente a una mesa, con los resultados que deje el 26 de octubre. ¿Qué mapa va a dejar planteada la elección? ¿Miran encuestas?
–Para mí las encuestas son inexistentes. No tienen asidero. Sobre todo esta vez que es una elección muy extraña. Es la primera vez que vamos a estar todos sin saber mucho qué va a pasar con la boleta única de papel, con un escenario nacional muy convulsionado y con mucha gente que te dice que no sabe qué va a hacer. Uno intuye que la gente hace lo que quiso a último momento.
–El uso de la BUP por primera vez, ¿en qué sentido prevén que impacte en el resultado?
–Está probado que suele haber votos de dos candidatos en la misma categoría lo que se convierte en un voto nulo. O hay mucho voto en blanco también. Se vota arriba, en una categoría y no se tiene en cuenta tildar abajo. No se sabe bien qué va a pasar. Pero lo que está claro es el proceso que hemos dado como mujeres de la política que para el 2027 lo van a tener que tener en cuenta. Juntando todos los bastiones políticos peronistas, más a la izquierda, más a la derecha, más de centro, le vamos a ganar a Rogelio Frigerio en 2027. Necesitamos abrir el juego y construir unidad política, estratégica, generosa.
–En algunos pronósticos se afirma que al PJ le faltarían para un triunfo, puntos más puntos menos, los votos de la lista Ahora 503.
–No me parece tan grave. Si nosotros sacamos un legislador se lo sacamos a Frigerio. No hace daño al peronismo por el tipo de elección que se plantea. Es distinto en el caso de elecciones presidenciales, o a gobernador, a intendente. Apelamos a llegar a un buen acuerdo de trabajo que nos permita armar una propuesta para la gente
–¿Qué te deja la campaña? ¿Qué percepción recogés del contacto con el electorado?
–Mucho agobio económico. La gente no da más, vive con la tarjeta de crédito y está explotada. Está con un humor agarrado de un hilito. Y salir a votar fastidia. No aparece como un acto de grandeza, es un acto que genera dificultad. Salgo para ver qué hacemos, pero no sé qué sucederá. Aun así, nos han recibido bien, con una propuesta que habilita la charla. La gente necesita hablar. Estamos para tener un buen resultado, 10, 12, 15 puntos, más si se puede. Entremos o no con un candidato al Congreso de la Nación, para nosotros es excelente. Arrancamos una campaña hace muy poquito tiempo, con poco dinero, a pulmón, con una buena apuesta.
Volver, para qué
–Vaticinas un retorno del peronismo al poder en 2027. ¿Qué respuestas daría el peronismo retornando al poder en este presente tan complejo?
–Me preocupa mucho. Entiendo que quien se siente en el sillón de Presidente va a tener el sillón incendiado. Pero también confío. Tenemos políticos muy hábiles, con agallas. Me preocupa más que sigamos en esta perspectiva, haciéndonos daño. Hay una derechización en el mundo entero, hay mucho odio. Me preocupa no solo como militante, me preocupa como madre por el mundo que estamos dejando. Hemos visto en los últimos días femicidios en condiciones de vulnerabilidad, mujeres que tiran a un pozo, parece que la violencia se activa, en cadena. Me preocupa que haya gente que no lo vea. Con Cristina y con Néstor estábamos mejor. Debiera estar más presente que las políticas públicas no son algo ajeno. Te cambian la vida, te transforman, te trascienden y te pueden convertir en mejor persona. Confío en eso.
–¿Bajo qué liderazgo?
–Va a ser Axel Kicillof. Hay mucho respeto hacia su figura, incluso de Cristina. Creo que ambos entienden que están por encima de las diferencias planteadas. Juan Grabois también es importante. Es un liderazgo más humanista, una pata nueva también. Hace falta humanismo en la política. Tendrá que ser con Axel, con Sergio Massa, con Grabois, con Cristina. No se puede vivir más así. Vamos a tener en 2027 un presidente. Y Cristina lo va a ayudar. Ya vas a ver.
