Policía y Gendarmería desalojaron el portón de AGR-Clarín. Con palos, gases y balas de goma las fuerzas de seguridad reprimieron frente a la fábrica a los trabajadores y organizaciones solidarias que resisten los despidos del Grupo Clarín.
Previo a los hechos, tras horas de discusión, la empresa y sus representantes habían ratificado en el Ministerio de Trabajo su intención de cerrar la planta de Pompeya, lo cual es denunciado como un chantaje para imponer mayor flexibilización laboral.
A la salida del ministerio los obreros de AGR-Clarín, acompañados de organizaciones que se solidarizaron con el reclamo, ratificaron el plan de lucha y confirmaron el paro del gremio para el jueves.
Apenas momentos después comenzó la represión en la puerta de la planta lo que fue interpretado como una acción coordinada entre la empresa y las fuerzas de seguridad de la Nación.
Un obrero de AGR relató a La Izquierda Diario: «Vino la policía, estábamos tranquilos, y empezó a reprimir, sin importarle que hubiera familias acá, con bebés. Somos trabajadores, no somos delincuentes, estamos cuidando nuestras fuentes de trabajo, hay 380 familias en la calle. Fuimos al ministerio a arreglar la situación de este cierre que es un fraude, es una mentira, facturan millones».
«Intentan precarizar el trabajo y barrer con los convenios colectivos y vienen la policía, la gendarmería, reprimiendo, tirando gases lacrimógenos, gas pimienta. Nos vamos a mantener unidos, no importa pase lo que pase. El jueves hay paro nacional del gremio», aseveró el trabajador.
Desde la Comisión Interna de AGEA repudiamos la violencia policial hacia los compañeros gráficos que defienden su fuente de trabajo en AGR. pic.twitter.com/vc6jnNrtYW
— Delegados Clarín (@delegadosclarin) 17 de enero de 2017
AGR en un comunicado
La empresa aseguró que «se intentó de todas las maneras posibles no llegar a esta situación y adecuar el taller a las nuevas condiciones de mercado, pero todas las propuestas fueron sistemáticamente rechazadas por la comisión interna».
«Para evitar despidos, la empresa propuso implementar un plan de retiros voluntarios que fue rechazado de plano por los delegados», señala el comunicado y agrega que «también se negaron a discutir otras medidas para reducir las pérdidas, como realizar tareas en diferentes máquinas o disponer la venta de activos ociosos».
«Hasta se negaron a imprimir nuevos trabajos que hubieran traído alivio al taller, aduciendo solidaridad gremial y trabaron la operatoria diaria con medidas de acción directa y quites de colaboración, a pesar de que la planta siempre pagó los mejores salarios del sector», agregaron en AGR.
La Política online dio cuenta de la situación planteada ante este conflicto, con una comisión interna referenciada en partidos de izquierda, más precisamente el Partido Obrero, y enfrentada fuertemente con el sindicato gráfico de extracción peronista.

