Cristina Sosa, finalmente, habló. La concejal por el oficialismo se convirtió en noticia la semana pasada al votar en contra del proyecto del boleto estudiantil gratuito, en el que el Estado municipal comprará alrededor de 5.000 tarjetas que entregarán a los directivos de las escuelas para ser distribuidos entre los alumnos de menores recursos.
“Yo estoy a favor”, aseguró, si se quiere, una de adláteres de la intendenta Blanca Osuna en el Concejo Deliberante.
No obstante, la edil que debió analizarse previamente para sacar la iniciativa, como la previsibilidad presupuestaria y la sustentabilidad en el tiempo.
“Yo estoy a favor del boleto estudiantil gratuito pero creo que el proyecto presentado, que plantea 5 mil tarjetas para los estudiantes de Paraná, necesita más tiempo de análisis y de discusión. Se lo solicité directamente al presidente del Concejo Deliberante (Gastón Grand) tratarlo en la siguiente sesión donde tuviéramos más tiempo para analizarlo”, contó.
El rigor, Sosa considera que primero “hay que discutir la disponibilidad presupuestaria que nos permita iniciar con 5 mil tarjetas pero terminar con 50 mil, porque esa es la cantidad de estudiantes que tenemos en Paraná”, advirtió.
Y agregó: “Hay que hacer un estudio serio de los antecedentes. Por qué en la actualidad no se ha podido lograr el boleto estudiantil gratuito, qué quiere decir que sea para todos y no solamente para 5 mil”, se preguntó.
El proyecto fue acompañado no solo por la mayoría oficialista, sino también por las fuerzas de la oposición. Hasta antes de los cacerolazos, la aprobación se había convertido en el tema del día. El concejal Gustavo Guzmán anduvo por diferentes medios explicando los beneficios que venía a traer la gratuidad del boleto para ese sector.
Consultada respecto a la falta de argumentación durante la sesión, respondió: “En principio pedimos un tiempo, que el proyecto pasara a discusión para la semana próxima. En esa semana teníamos tiempo de acotar estos planteados, que de hecho van a ser acotados en algún momento. Como vimos que el proyecto avanzó decidimos no acompañar”.
“Este proyecto tiene que ser aprobado por el Ejecutivo y en las áreas de pertinencia se van a estudiar todas estas cuestiones, la previsibilidad presupuestaria, la sustentabilidad en el tiempo”, anticipó la con concejal.
Y concluyó: “Hay que estudiar este proyecto de manera seria y responsable porque es un proyecto de alto impacto. Es una iniciativa que tiene que plantear la sustentabilidad en el tiempo. Además, si tenemos 5 mil tarjetas para 50 mil chicos y la distribución de esa tarjeta queda supeditada a la voluntad de cada directivo, nos encontramos con que van a tener criterios completamente distintos”.