
La interna en el Frente para la Victoria está en marcha. Sergio Urribarri dijo este sábado, cuando le preguntaron por su candidatura: “Soy la continuidad explícita de este modelo, de sus ideas, de sus políticas y de sus equipos”. Y enseguida le pidieron una consideración acerca de la figura de Daniel Scioli, también con aspiraciones presidenciales, en el seno del oficialismo: “Daniel por lo que él mismo sugiere es otro proyecto, con otros aliados y con otra gente en el gobierno”.
Esas definiciones motivaron al ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, a profundizar ese mensaje de diferenciación. En su cuenta de Twitter apeló a cuatro fotos, dos para criticar al gobernador bonaerense por haber saludado a Mauricio Macri y Julio Cobos; y las otras dos para mostrarlo al entrerriano con dirigentes del Frente para la Victoria, entre ellos el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Urribarri, en diferentes declaraciones, mostró su carta: ser el fiel representante del kirchnerismo duro. “Yo soy K paladar negro y Daniel es él”, asestó en una de las entrevistas que dio a medios de Mendoza y Córdoba, provincias que visitó este fin de semana ya en el marco de su campaña.
El 15 de marzo del año pasado, el gobernador entrerriano fue anfitrión de un cónclave K en el club Echague del que participaron la mayoría de los mandatarios oficialistas y medio gabinete. Allí no estuvo Scioli y Urribarri fue el encargado de apuntarle al bonaerense: “En el peronismo no se puede gritar en un lado y poner los huevos en otro”.