Daniel Scioli llega a Paraná. Será el acto más importante del Frente para la Victoria ante el ballottage del domingo.
La campaña electoral luego de la inesperada elección del 25 de octubre fue opaca en Entre Ríos. La primera semana se consumió en idas y vueltas sobre el escrutinio que finalmente dio ganador a Gustavo Bordet. Fue la última polémica entre oficialistas y opositores entrerrianos.
Con los resultados de ese domingo todo se aplacó. Sergio Urribarri convocó al viernes siguiente en Concordia. Fueron todos los candidatos, los que ganaron y los que perdieron. Se esperaba una autocrítica por el ajustado resultado y una arenga a votar por Daniel Scioli, otro de los amargados la noche del 25. Terminó siendo más un encuentro para verse las caras que un punta pie inicial de una carrera que ingresaba en su etapa final. Hubo críticas a Mauricio Macri y una reseña a los “dos modelos de país” que prometen cada uno de los candidatos. Punto.
Una semana después se convocó en Rosario del Tala, más precisamente a la juventud. Ahí sí hubo arengas y una súplica a votar por el candidato.
Con Urribarri buena parte del tiempo en Buenos Aires, a la dirigencia local no se la vio movilizada. El proselitismo se refugió en las redes sociales. Sin mucha credibilidad más que la de postear notas periodísticas y de archivo y algún que otro flyer pasaron los días. Las calles quedaron con los carteles de la elección del 25 hasta hace unos días, cuando aparecieron los azules de Scioli y los blancos de Macri. Todo muy austero.
El final de la campaña quedó para las agrupaciones sciolistas, aquellas que surgieron cuando Urribarri era precandidato a presidente y esmerilaba a Scioli. Salieron a timbrear y entregar boletas. También las agrupaciones juveniles, ligadas a la universidad, fueron quienes dieron la nota en los últimos metros de la gran final. Organizaron una asamblea en Plaza 1º de Mayo por la que pasaron algunos dirigentes como Blanca Osuna, Gastón Grand, Julio Solanas, José Carlos Halle y Leonardo Centurión. Era supuestamente una actividad enmarcada en un “banderazo nacional”.
El Día del Militante, ayer, pasó sin pena ni gloria. Apenas Julio Solanas juntó a unos pocos. No hubo comunicados de prensa ni documentos alusivos a la efeméride peronista.
Sergio Varisco, quien le dio el triunfo más voluptuoso a Cambiemos, hizo un acto para expresar que su gobierno sería aún mejor con Macri en la Nación. El candidato a presidente de Cambiemos estuvo la semana pasada unos minutos en Paraná. Pasó por el centro de la ciudad acompañado por el intendente electo y Alfredo De Angeli. Poco ruido. Todo terminó en una conferencia de prensa a las apuradas en un Hotel del Parque Urquiza porque Macri debía ir a Santa Fe.
Eso fue todo en la primera campaña presidencial que estrena el ballottage.

