En la retahíla de dirigentes que fueron abandonando el bustismo, el senador Raúl Taleb protagonizó uno de los pases más ruidosos de la interna peronista, más por su fuerte identificación con Jorge Busti que por su peso político propio. El ex embajador argentino en Cuba se viene desempeñando como un hombre clave del gobernador Sergio Urribarri en la legislatura provincial y mantiene cierta voz propia que lo distingue en el coro oficialista. Desde ese lugar, le contó a Página Política su visión sobre el presente proceso electoral.

“La oposición quedó inmovilizada después del 14 de agosto. Hay candidatos que continúan exclusivamente por el compromiso que tienen con las candidaturas locales. Creo que directamente no va a haber campaña electoral y muchas de las peleas se van a reducir a lo local. Hay un voto que no es ideológico y muy probablemente el partido mayoritario de los independientes ya tiene decidido su voto pero por su situación personal. Los encuestadores serios, que tienen sociólogos en sus empresas, no preguntan por quién van a votar, sino si la gente está mejor que el año pasado y si cree que el año que viene va a estar mejor, de ahí sale el voto positivo al gobierno”, sostiene.

-¿Qué espera para la provincia en octubre?
-Veo a Urribarri con un piso del 40% y creo que puede darse un caso como el de Salta, donde el gobernador sacó más votos que la Presidenta; más cerca de las elecciones creo que ese piso sube al 45%. Y veo a Busti peleando el segundo lugar con el radicalismo.

-En tal caso será raro ver a Busti sin ocupar un cargo por primera vez desde 1983.
-La verdad que sí, sería raro, porque fue intendente, gobernador, diputado nacional, senador nacional, diputado provincial, le faltaría solo haber sido senador provincial.

-¿Con Busti en el llano, el bustismo se termina?
-Creo que si Busti pierde la elección, como probablemente se de, no tiene posibilidades de volver a presentarse. Creo que cuatro años en el llano a un hombre que está acostumbrado a manejar siempre los hilos del poder se le va a hacer muy cuesta arriba.

-¿Si se da lo que pronostican las encuestas, Urribarri pasaría -ahora si- a consolidarse como un nuevo “líder indiscutido” del peronismo?
-Esa fue mi gran duda, que me mantuvo alejado de Urribarri un tiempo prolongado, cuando dije que cualquier candidato que designe Busti tenía la posibilidad de ganar. Urribarri se enojó, pero yo había dicho que Busti le daba la posibilidad a Urribarri de mostrarse en política en los ámbitos más importantes y que iba a depender de él si sería un líder impuesto o un líder surgido de la voluntad de la gente. Y creo que ha sucedido eso: Urribarri ha aprendido muchísimo, tiene un enorme sentido común, llega muy fácil a la gente. Pero lo más asombroso es que, además de haber mantenido una línea de gobierno que no difiere mucho de la de Busti, ha tenido una gran inserción en el gobierno nacional y hoy está adentro de las cinco principales figuras a nivel nacional. Eso es algo extraordinario, junto con Capitanich, Urtubey y Scioli son las cuatro personas que estarán en la sucesión en el año 2015. Realmente es un mérito extraordinario de su parte, porque nadie lo ayudó, lo logró solo, con decisiones muy fuertes como acompañar al gobierno en la 125 cuando muchos dudaron; nunca tuvo zigzagueos con el kirchnerismo y eso le ha valido ocupar un lugar en el corazón de la Presidente de la Nación que va a liderar el proceso justicialista por un tiempo bastante largo. A Entre Ríos le pudo haber llegado la hora de tener un hombre con prestigio y peso a nivel nacional.

-Es una diferencia importante con Busti.
-Busti tiene más una tipología de caudillo, por eso no lleva candidato a presidente, por eso constituyó partido provincial, mientras que Urribarri tiene una visión más global de la cosa, incluso ha ayudado mucho en el proceso de integración con Uruguay, con una muy buena relación con el presidente Mujica. Ha dado pasos que no dio ningún gobernador de la provincia de Entre Ríos en toda su historia. Para mi es un orgullo tener a una persona que para mi resultó una grata sorpresa.

-Si Urribarri resulta reelecto el 24 de octubre arranca la carrera por la sucesión…
-En eso Urribarri tiene la picardía del potrero para ir manejando los tiempos y los modos para ir definiendo quien puede sucederlo en 2015. Va a depender de los resultados electorales en las grandes ciudades como Concordia, Paraná, Concepción del Uruguay, Gualeguaychú. Probablemente un intendente sea el sucesor.

-¿Cuenta aquí también a dirigentes que hoy no están dentro del PJ?
-Si se refiere a Halle, me parece que va a depender del resultado para saber si sigue con vida y, si eso sucede, puede ser un interlocutor que siga aglutinando al grupo de compañeros que siguen siendo peronista y que naturalmente van a volver al partido después del 23 de octubre.

-Lo ve a Halle de vuelta en el PJ.
-No lo veo en otro lugar, nunca lo vi afuera. Lamentablemente hemos tomado la mala costumbre de dirimir las cuestiones internas en las generales y esto hace que los partidos se hayan debilitado de una manera tal en Argentina, en una democracia joven como la que tenemos. Si no volvemos a fortalecer las estructuras partidarias el sistema corre peligro, no tenemos que jugar con fuego.

-¿El arrastre nacional y provincial le va a alcanzar a Blanca Osuna para ganar Paraná?
-No sé si le va a alcanzar, pero seguro que la va a ayudar a tener una mejor elección.

De la Redacción de Página Política