La diferencia entre Luis Lacalle Pou (Partido Nacional) y Daniel Martínez (Frente Amplio) en el ballotage de la República Oriental del Uruguay es tan ajustada que la definición final dependerá de los votos observados.
En efecto, finalizando el escrutinio provisorio, en la noche de este domingo, Lacalle Pou aventaja a Martínez por algo más de 30 mil votos. Sin embargo, la inclusión entre los votos observados de el “voto accesible” -que previó que mayor cantidad de gente vote en urnas diferentes a las que les corresponde, para facilitar el acceso a los centros de votación a ancianos, discapacitados, entre otros casos- elevó el número total de votos a la espera de ser sufragados. Y la cifra es superior a la diferencia que Lacalle Pou tiene sobre el candidato del Frente Amplio.
“La definición dependerá de los votos observados y esto se conocerá entre el ‘jueves o viernes’, de acuerdo a lo que dijo el presidente de la Corte Electoral, José Arocena”, según publicó este domingo el diario de Montevideo, El País.
Si bien las encuestadoras en su último relevamiento daban una victoria del candidato nacionalista, en la noche de este domingo se vieron sorprendidas por una votación más ajustada de la esperada, al punto que solo dos de ellas aventuraron un ganador a las 20:30, cuando se levantó la veda. En tanto, otro trabajo divulgado por el matutino uruguayo dio minutos más tarde un escenario de “empate técnico”.
Minutos después de las 23 de este domingo, Lacalle Pou tenía 1.129.274 votos contra 1.097.068 votos de Martínez.
Sorpresa e incertidumbre
Militantes del Partido Nacional y del Frente Amplio aguardaban este domingo afuera de las sedes utilizadas como bunker de los candidatos presidenciales entre la cautela y la esperanza.
En la sede del Frente Amplio el clima era de alegría por una “victoria” ante la proyección de las encuestadoras, por entender que se habría “achicado la brecha” que se daba en la previa del ballotage. Algunos dirigentes sostienen que pueden llegar a ganar la elección con la suma de los votos observados.
En tanto en la sede de Lacalle Pou, el clima de espera es de incertidumbre ante la diferencia ajustada que no habilita a nombrar un ganador. «Hay que esperar» es la frase más repetida, según la crónica de El País.
