El informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) es noticia este lunes en todo el país. La caída en los precios internacionales de las commodities ha puesto en alerta a la dirigencia rural.
En Entre Ríos, en este contexto, se puso el ojo especialmente en la presión tributaria que sería la más alta del país.
La Mesa de Enlace provincial emitió una declaración alusiva a los márgenes negativos para el sector, postura que se basa no solo en el informe de FADA sino también en el elaborado por la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
La institución entrerriana ha marcado que “los principales cultivos presentan márgenes negativos al comparar los rendimientos históricos promedio con los rendimientos de indiferencia en campos arrendados” que representan “más del 70% de la producción provincial”
Los datos, para los cultivos en Entre Ríos, son los siguientes:
- Soja de Primera: Rendimiento promedio histórico de 23,9 quintales por hectárea (qq/ha), mientras que el rendimiento de indiferencia con arrendamiento se ubica en 28,8 qq/ha. Esto proyecta un quebranto de 4,9 qq/ha.
- Soja de Segunda: Promedio histórico de 19,8 qq/ha frente a un rendimiento de indiferencia de 22,1 qq/ha, lo que implica una pérdida de 2,3 qq/ha.
- Trigo: Promedio histórico de 28,4 qq/ha, mientras que el rendimiento de indiferencia es de 36,6 qq/ha, generando una pérdida estimada de 8,2 qq/ha.
Según FADA, el Estado en todos sus niveles se termina por quedar con el 65% de la renta agrícola en el caso de los productores entrerrianos lo que sería “el porcentaje más alto del país”.
Este indicador supera al promedio nacional, que se ubica en 64,3%, y refleja un aumento de 2,8 puntos respecto al último relevamiento de septiembre y de 5,4 puntos en comparación con diciembre de 2023.
La Mesa de Enlace apuntó que “la principal causa de estos quebrantos está vinculada a la retracción de los precios internacionales, pero también pone de manifiesto el excesivo peso impositivo que los productores agropecuarios deben soportar desde hace décadas, de manera injusta y discriminatoria”.
Reclamaron, en este sentido, que “los gobernantes analicen con urgencia esta situación y promuevan los cambios necesarios de manera prematura y no tardía”.
