Con un marcado bajo perfil, Enrique Cresto navega los tiempos de indefiniciones con toda la energía puesta en la gestión. Reiterados llamados para sacarle declaraciones que la política está requiriendo; como una opinión sobre la Boleta Única Papel (BUP), una posible Ley de Lemas y el cronograma electoral; no encuentran asidero en el dirigente que hace un año era el personaje del peronismo entrerriano que se enfrentaba a los peores de los escenarios.

En su entorno aseguran que el intendente de Concordia tiene las mismas aspiraciones de siempre, pero que abrir la boca no tiene mucho sentido. Todas las definiciones en el plano político electoral las debe resolver Gustavo Bordet, a quien cada vez que lo escuchan nombrar, no solo lo hace refiriéndose como gobernador, sino también como presidente del Partido Justicialista.

En una charla que mantuvo hace unos días con su espacio dio por hecho que, de salir la BUP, es con una Ley de Lemas. De otra manera no tendría sentido. Beneficiaría solo a Rogelio Frigerio, al que le adjudica buena imagen y conocimiento, pero no la estructura de los intendentes del peronismo. Los lemas tornan más “colectiva” la propuesta electoral y “refuerzan la participación en los partidos”, repite. Se imagina tres o cuatro fórmulas con una misma lista de diputados encabezada por Bordet. El otro dato que dejó ante los propios, según su óptica, es que las únicas elecciones que se desarrollarán en Entre Ríos, porque el lema resuelve las internas y en la provincia no hay ballotage, serán entre las PASO y la general nacional.

Cresto llegará a fin de año sin moverse de Concordia. Salir del departamento, ya en plan de precandidato, no lo ve urgente. Sin embargo cree que los precandidatos deberían saltar las tranqueras de sus ciudades aledañas. En su caso, cree que la gestión en el Enohsa y la candidatura a diputado nacional el año pasado le permitieron recorrer toda la provincia. “Todavía hay carteles de Enrique en los pueblos. Eso le sirvió mucho”, resumió un hombre que está muy cerca del intendente. Otra de las cosas en las que cree el concordiense que tiene a su favor es que su rodaje provincial le abrió puertas en ciudades donde no todos tienen “un compañero” para armar una reunión. Se jacta con una pregunta: ¿Quién tiene paisanos en toda la provincia, sacando el gobernador?

Está convencido, por estos elementos, que haberse ido al Enohsa fue positivo. De quedarse en Concordia hoy sería un intendente de una ciudad importante.

Tiene pensado traer a su ciudad funcionarios nacionales con los que se codeó todo este tiempo, por caso Gabriel  Katopodis, lo que cree que le dará visibilidad.

La sede del Enohsa que levantó en Villaguay, además de estar en el centro de la provincia para pivotear desde allí, alimenta la cercanía que tiene Cresto por la intendenta Claudia Monjo para un futuro político.

Para su sucesión no tiene un nombre. O por lo menos no lo ha dejado trascender. Se muestra con todos y cree que todos los que quieran tienen que caminar. La relación con Alfredo Francolini quedó un poco fría cuando éste, antes de entregar el Departamento Ejecutivo Municipal, lanzó su candidatura.

Como se dijo más arriba, no tiene previsto antes de fin de año una salida de la ciudad, que lo distraiga en la gestión. Aunque el miércoles se tomará un recreo para ir a escuchar a Cristina Kirchner a La Plata.

Fuente: Página Política