
Rogelio Frigerio hace política en dos plataformas. Cada una de ellas tiene horizontes diferentes: el más cercano es 2025. El otro, claro está, 2027.
El Gobernador aspira todo lo que tiene cerca, de la fuerza o procedencia que sea. Lo que implica correr riesgos. Por ejemplo, en Concordia, cuando sumó al peronista Eduardo Cristina, que venía de pagar 18 millones de pesos en el marco de una causa en que se lo acusó de integrar una supuesta aduana paralela que causó un daño al Estado nacional por unos 3 millones de dólares.
El jefe de Estado suma fotos. Fue, quizás, más veces a la sede de UPCN que el propio Gustavo Bordet o Adán Bahl. La semana pasada, por ejemplo, se hizo un lugar para almorzar con Roberto Sabionni, un radical de Paraná, que se alejó de las huestes de Sergio Varisco cuando lanzó su precandidatura a intendente de Paraná, y finalmente bajó. En el almuerzo estaban Mauricio Colello y Gustavo Hein. El bloque duro, junto con Manuel Troncoso (que no pudo asistir), que acompaña al mandatario.
La colecta de peronistas continúa a su ritmo. No se ha dejado trascender todas las incorporaciones. Lo ocurrido en Concordia con el acuerdo de Enrique Cresto y Francisco Azcué, la integración de Alfredo Fracolini a la Caja de Jubilaciones y Eduardo Asueta a Enersa; comienza a ser una posibilidad para quienes se quedaron sin red en el PJ. Red igual salario.
Frigerio ha tenido, en las últimas semanas, una marcada presencia en la escena política nacional. Medios porteños publicaron encuestas en las que aparece como uno de los dirigentes mejores vistos del país cuando se combinan las imágenes positiva y negativa. Las publicaciones de esos trabajos empiezan a dar lugar a la construcción de un perfil. Este fin de semana la revista Noticias lo ubicó como un dirigente moderado con terminales en todos los sectores. La Región Centro es la plataforma en la que se desarrolla la estrategia. Maximiliano Pullaro y Martín Llaryora no tienen ni por asomo la vidriera de la que goza su par de la hermana pobre. Este martes recibió al embajador de Estados Unidos, Marc Stanley.
En el último encuentro de este bloque que integran Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, que se realizó en Rosario, se evitó mencionar a Javier Milei. Pareciera haber un acuerdo narrativo en el que confluyen la no confrontación y la necesidad de mencionar una inevitable reconfiguración de un esquema impositivo y la distribución de recursos con eje en la producción.
La relación con Mauricio Macri parece dar comienzo a una nueva etapa. El ex presidente, una vez perdida la reelección en 2019, encontró culpables de su mala gestión. Le apuntó a Frigerio y Emilio Monzó por su buenas relaciones con el peronismo. Por entonces, el ex ministro del Interior y el presidente de la Cámara de Diputados se defendieron diciendo que debían garantizar la gobernabilidad en una gestión que padecía ser minoría en el Congreso.
El ingeniero, ahora, posiblemente esté viendo en Frigerio a un presidenciable. Lo trata muy bien en la prensa y le pone a disposición la estructura del PRO. En dos semanas desembarca en Paraná toda la tropa para jornadas con eje en la gestión. Se esperan las presencias de María Eugenia Vidal; el gobernador de Chubut, Ignacio Torres; el jefe de Gobierno, Jorge Macri; la diputada nacional, Silvia Lospenato; y el economista Luciano Laspina. También, posiblemente, intendentes de esa fuerza.
La cercanía de Macri a Frigerio encuentra al primero tratando de sobrevivir y al segundo al frente de una provincia en la que el ex presidente tiene intereses. Para empezar a hilvanar las expectativas de Macri en esta comarca hay que remitirse a sus tiempos de jefe de Estado, donde no escatimó visitas a la ciudad de La Paz. Allí incursiona en la producción de arroz. Se quedó con las arroceras Río Guayquiraró y Tío Carlos, que supieron ser de Carlos Popelka, fallecido hace ya muchos años.
Uno de los principales accionistas es José Uriburu, el empresario que se autoincriminó al contar que había pagado coimas en el Puerto de Concepción del Uruguay. Página Política reveló en su momento que este hombre de apellido histórico es un hombre de Guillermo Dietrich, ex ministro de Transporte en el gobierno de Macri.
Entre Ríos se ha convertido en un lugar atractivo para inversiones foráneas, que requieren, siempre, de la mano de la política.
Fuente: Página Política