
La fracasada sesión especial de este miércoles en la Cámara de Diputados de la Nación dejó un dato significativo para la política entrerriana: la desobediencia del radical Pedro Galimberti o, si se prefiere, su autonomía en relación al resto de los diputados nacionales de Juntos por Entre Ríos que vienen acompañando las posiciones políticas del gobernador Rogelio Frigerio en su relación con la Casa Rosada.
La sesión especial se proponía frenar la licuación de las jubilaciones con la aprobación de una nueva fórmula que ajuste por IPC desde abril, más una compensación de lo perdido los meses anteriores. El dato político relevante es que esa sesión había sido convocada por el bloque Hacemos Coalición Federal y que el único diputado entrerriano que integra esa bancada, Francisco Morchio, se ausentó. Morchio es el diputado entrerriano más cercano a Frigerio.
Tampoco fueron los diputados Atilio Benedetti y Marcela Ántola. Aunque en este caso su ausencia puede explicarse en algo más que un acompañamiento a Frigerio: la interna radical.
Galimberti fue parte de un grupo de cinco diputados que, encabezados por Facundo Manes, buscaron marcar distancia de la postura “colaboracionista” de la jefatura del bloque que ejerce el cordobés Rodrigo de Loredo.
Pero, a la luz de lo ocurrido desde diciembre en el Congreso, la posición de Galimberti puede anticipar la pérdida de un voto por parte de Frigerio para la etapa que viene, con la nueva ley ómnibus que el Gobernador pide acompañar, como condición para el acuerdo fiscal con la Nación que le permita recuperar financiamiento a la provincia. A diferencia de Manes, Galimberti había votado en general la anterior ley ómnibus, pero se ausentó en algunos tramos de la votación en particular para no votar en contra.
Argumentos
Tras el fracaso de la sesión, Galimberti explicó que decidió participar con el fin de “emplazar” a que en comisión se emita un dictamen y no se dilaten más los tiempos. Los dialoguistas pretendían que la nueva fórmula se apruebe antes del 15 de abril, en un momento en que el gobierno de Milei no muestra apuro por resolver este tema.
“Son 7,5 millones las personas que esperan una respuesta de la política. Mientras tanto pasan cosas. El consumo de medicamentos, por ejemplo, cae. La salud y la vida de nuestros mayores se pone en juego”, alertó el diputado entrerriano y agregó: “¿Cómo no me voy a sentar hoy en mi banca de la Cámara de Diputados? Si además soy autor de un proyecto de ley que aborda la problemática”.
“La Argentina tiene temas urgentes y necesarios. Éste es uno de ellos. Les aseguro que si el gobierno nacional presenta un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para implementar una nueva fórmula sensata, que beneficie a los jubilados, soy el primero en votar con las dos manos”, prometió.
Fuente: Página Política