La voluntad de impulsar una ley de lemas, o algún mecanismo similar que contenga su misma lógica, sigue intacta entre algunos legisladores provinciales del peronismo. No lo dicen en público y al parecer no se va a presentar un proyecto concreto alternativo a la reforma política que propone el gobernador Gustavo Bordet, como se dejó trascender unas semanas atrás, cuando la iniciativa fue elevada al Senado.
La idea sería ahora introducir el mecanismo como una propuesta de modificación del proyecto oficial de reforma política que, centralmente, propone adoptar la boleta única de papel (BUP) y asegurar la representación de las minorías partidarias que obtengan un 15% de los votos en la interna.
Nadie lo explica del todo –quizá porque ni ellos mismos tienen en claro cuál sería, en concreto, la propuesta- pero en términos generales se trata de meterle lemas a la BUP.
En otras palabras: suprimir las PASO y que todo se defina en un mismo acto electoral. Que cada partido pueda presentar a las elecciones generales más de un candidato para un mismo cargo y que todos los votos obtenidos por los candidatos de un mismo partido sumen para el que juntó más sufragios.
La única variante con la tradicional ley de lemas que rigió en Santa Fe hasta 2004 sería que se limitaría el número de candidatos que se permitiría llevar a un partido para el mismo cargo. Se trataría de un sistema de lemas «acotado», o más «ordenado». La otra gran diferencia, claro, es que se haría con BUP.
Sería, en este sentido, similar al proyecto que desde un sector del peronismo de Santa Fe referenciado con Agustín Rossi se intentó impulsar en diciembre de 2012 y que recibió un fuerte rechazo de arco político santafesino, incluida la facción del kirchnerismo de María Eugenia Bielsa.
Hoy Rossi es, para muchos, el dirigente kirchnerista con más chances de convertirse en precandidato a presidente por ese espacio, que en Entre Ríos tiene al ex gobernador Sergio Urribarri como uno de los principales referentes. El predicamento del actual presidente de la Cámara de Diputados de la provincia sobre el bloque del oficialismo en muy fuerte y esta pulseada que se insinúa en torno al proyecto de reforma política debe leerse en el enfrentamiento interno con Bordet, que se profundizó desde el reemplazo en el Ministerio de Gobierno de Mauro Urribarri por Rosario Romero, principal redactora y coordinadora por el Ejecutivo de la reforma electoral.
Supervivencia
Aunque no le restan importancia a la pelea Urribarri-Bordet, en la Cámara baja se defiende la necesidad de modificar la reforma política con argumentos que tienen que ver con la supervivencia del peronismo. Del conjunto del peronismo.
Dicen que la reforma política descuida muchas realidades distritales donde se han registrado enormes fracturas internas que, indefectiblemente, se terminan saldando a favor de Cambiemos en la elección general.
Los que pierden no acompañan. Y si bien valoran que la representación de minorías es un paso acertado en el camino de la contención interna, aseguran que no alcanza. Una interna en el mismo acto de la elección general asegura que cada uno de los votos de los que pierden acompañen.
No hace falta decir que los lemas no gozan de prestigio social y que adoptarlos como reforma política sería visto como un retroceso y no dejaría bien parado a Bordet en la mirada nacional de la corrección política.
El núcleo de la crítica a los lemas es que posibilita la distorsión de la voluntad popular. Pero, curiosamente, en Entre Ríos el peronismo no ha pagado costos políticos por haber hecho precisamente eso, de modo desvergonzado y en reiteradas oportunidades. Una de ellas tuvo como protagonista a la entonces diputada Romero, que tras haber sida electa por la oposición bustista se pasó sin más al oficialismo urribarrista:
Hay que recordar que esta reforma no necesita de mayorías especiales. El peronismo, si se pone de acuerdo, está en condiciones de sancionarla. Aunque algunos no descartan llegar a coincidir con Cambiemos.
“Claro que esto lo hacemos para mejorar las chances del peronismo. No jodamos, todas las reformas políticas se hacen pensando en las conveniencias coyunturales. No hay que ser hipócritas. Ahora, si lo piensan bien, a Cambiemos no le vendrían nada mal los lemas para resolver su interna, que bien empiojada la tienen”, deslizó, jocoso, un legislador peronista.
