Una asamblea que sesionó el martes, en la Escuela Normal, aprobó la toma. Es el modo que encontraron estudiantes y docentes de la comunidad de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) de acompañar al reclamo que en todo el país se lleva adelante en defensa de la educación superior.
La iniciativa es promovida, fundamentalmente, por agrupaciones de los cuatro centros de estudiantes de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (Humanidades, Psicología, Artes y Música) y expresiones de la Facultad de Ciencias de la Gestión.
La Escuela de Artes Visuales, de calle Laprida, es epicentro de la medida que tiene al arte y la cultura como protagonistas. Con la arteria céntrica cortada al tránsito por algunas horas, se desarrolla la medida con una olla popular, un festival de música y pintura en vivo y en la vía pública.
La medida se cumple hasta este jueves, a las 12. Para ese momento está previsto concluir la acción con una marcha hacia la Escuela Normal. Allí se hará una volanteada y una clase pública en conjunto con la comunidad de la Facultad de Trabajo Social (UNER) que concluirá entonces su propia toma de la sede de calle Almirante Brown, iniciada el lunes pasado.
Maia Sycz, presidenta del centro que conduce la agrupación Curupí, trajo a colación el reclamo histórico del “edificio propio” de la Universidad entrerriana. “Nos falta una sede que nos nuclee a todos. Así es que se decidió Artes Visuales que es una casa bastante accesible. Es nuestra manera de acompañar lo que está sucediendo a nivel nacional. Entendemos que este ajuste nos afecta a nosotros también, por más que seamos estudiantes de una universidad provincial”.
Maia junto a Eleonora Rebord, de Psicología, celebran junto a sus compañeros cada bocinazo que se escucha en apoyo a la protesta. Así lo plantea un cartel dejando la consigna a los que pasan en auto y deben girar en Córdoba ante el corte en calle Laprida: “Tocá la bocina si acompañás”.
Eleonora asume que no solo hubo apoyos. “Hubo algunos roces al principio del corte de calle. Pero estamos haciendo algo legítimo, para visibilizar el reclamo de los universitarios. No tenemos edificio, tenemos la calle. Es el espacio que habitamos”, argumentó.
Clase pública
En Económicas, tal como estaba anunciado, hubo una clase pública que se centró en poner blanco sobre negro la situación presupuestaria de las universidades.
Los pupitres en la vereda de calle Urquiza dieron el marco para la clase. Catalina Salomón, estudiante y militante de Franja Morada expresó que la asamblea de la facultad “decidió que la forma de radicalizar la lucha era hacer esta clase pública. Sacamos los bancos afuera. Acá los bancos están ocupados por alumnos. Hoy desmentimos que somos alumnos inventados, que somos la clase alta. Pero además informamos con datos concretos lo que está pasando con el ajuste a la Universidad”, afirmó.
El decano, Sebastián Pérez, fue parte de la acción como presidente de la mesa intersectorial de Económicas: “Se expuso el presupuesto, se contó como se auditan las universidades. Expusimos nuestra verdad de cómo son las cosas, desmentimos lo que está diciendo el presidente: ‘que no se dejan auditar’, ‘que solamente cursan los hijos de los ricos’. Eso es mentira y lo fundamentamos con información y con números”, subrayó Pérez.
En su recorrido como miembro de la comunidad universitaria, el decano recordó que “los gobiernos con estirpe liberal recurren a esto de demonizar la universidad”. “No es la primera vez que nos pasa: cuando se ataca a la Universidad, se ataca la posibilidad de los otros de poder desarrollarse, de crecer”, definió.
Mariana Broggi, trabajadora de la unidad académica y militante en distintos claustros a lo largo de su vida, valoró en ese sentido “la militancia fuerte” que ostentó la comunidad universitaria en distintos momentos. “La razón de ser de la Universidad son los estudiantes. Ya está claro que no le vamos a dar el gusto a nadie de cerrar la universidad. Vamos a tener la universidad abierta. Vamos a llenar de contenido cada actividad que se haga”, dijo y subrayó que “en el 2001 las instituciones que quedaron en pie fueron las instituciones educativas. La gente sigue creyendo en la educación pública y ha demostrado que la va a defender”.
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Fuente: Página Política
