En la vieja política el punto de partida es pintar un paredón. Lucía Varisco en varias oportunidades expresó la necesidad de volver a eso, a la vieja política. O a la tradicional. Por estos días suena esa consigna sonaría a una provocación o, en todo caso, a una mala estrategia. Más aún en un escenario en que la actividad política aparece en la cima de los rechazos.

La diputada provincial comenzó a estampar su nombre y el destino: Lucía Varisco 2023. No colgó un afiche, lo pintó.

Quiere ser candidata a intendente. Esta vez lo hará en el seno de Juntos por el Cambio. Hace 10 días le robó una foto a Martín Lousteau en el encuentro nacional de Evolución, lo que generó tensiones con los representantes de ese sector en la provincia.

La joven diputada, que el año pasado jugó por afuera de la principal coalición opositora con el partido Fe, esta vez lo hará desde la UCR. La vuelta a sus fuentes comenzó a principio de año cuando se quedó con una silla en la conducción de la Juventud Radical Nacional. Mientras eso pasaba, radicales entrerrianos le hacían lugar a un pedido de expulsión del partido por haber jugado precisamente con el sello del fallecido sindicalista Gerónimo Momo Venegas. Eso quedó en suspenso ante la necesidad de no romper ni mostrar fisuras para afuera.

El principal problema que tiene en el frente es con Rogelio Frigerio, a quien golpea cada vez que se le brinda esa posibilidad. La última vez fue en duros términos, pero no enfocó solo en el precandidato a gobernador sino en todos los legisladores del PRO, a los que calificó de “fascistas” por levantarse de sus bancas cuando el presidente Alberto Fernández brindaba su informe ante la Asamblea Legislativa.

El ex ministro del Interior no le responde e incluso ha dado la orden de no sumarse a un enfrentamiento. Con la diputada no hay diálogo, contacto ni línea de ningún tipo.

El 27 de mayo se cumple el primer aniversario del fallecimiento de su padre, Sergio Varisco. Se prepara un acto de homenaje con ficha a definir. Será también una ocasión para mostrar a la diputada en la Casa del Partido.

Las intenciones de la legisladora vienen a inscribir otro nombre en la larga lista de precandidatos y precandidatas a intendente en Paraná. El anclaje provincial de Varisco es, hoy, la precandidatura de Pedro Galimberti, con quien nunca se ha cortado el diálogo pese a los desacuerdos que hubo el año pasado para confluir en una sola propuesta.

En un escenario en el que toda la dirigencia supone que las elecciones serán desdobladas y que en febrero hay que definir candidaturas, ya es hora de que pinte algo.

 

Fuente: Página Política