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“Lo que antes veían como piso ahora ven como techo”

José Galárraga, secretario de Prensa de ATE, habló de la situación de los estatales entrerrianos. Ni con Yasky ni con Micheli y el complicado camino de concretar un plan de lucha en ese marco. Otros temas: la Caja, la &ldq
Luz Alcain
Por: Luz Alcain
@luzalcain

-¿Cómo definiría la situación de los trabajadores del Estado en la provincia?
– En términos salariales es sumamente mala, con gran porcentaje que está por debajo de la línea de pobreza, ni siquiera alcanza los niveles del salario mínimo vital y móvil que la constitución le garantiza a todo trabajador. Nos han dado un informe que dice que estamos por arriba de los cinco mil contratos de obra, lo que implica por otro lado un aporte que va todo a la Nación porque son monotributistas. Esto implica que son alrededor de cuatro millones de pesos que se van de la provincia.

-¿Cuál es la agenda de ATE para el 2013 en este marco?
-El tema salarial es lo prioritario, tal como lo dijo Miguel (Pelandino) en el último encuentro de delegados. En el marco paritario, apuntaremos a las condiciones laborales que es otro déficit de la administración pública. No sólo hay trabajo en negro si no que también hay malas condiciones. Se dan situaciones, por ejemplo, en el caso de las cocineras de comedores escolares. Más de 800 no han sido pasadas a planta, siguen con contratos de precariedad, trabajan en condiciones malísimas y manejadas por capangas, que las tratan tipo peón de estancia. Toda gente que puso UPCN. Te doy un caso, muy patético en Federal: una compañera que se operó de la rodilla siguió yendo a trabajar 12 horas por día, sin reposo. Cuando hablamos de condiciones laborales, también hablamos de la carrera administrativa, de que se ponga en funcionamiento el tema del ingreso por concurso, la creación de cargos, el escalafón. Hoy no se cumple nada de eso. Sólo aplican la Ley 9755 (Régimen Jurídico Basico) para las obligaciones, pero cuando reclamas derechos te dicen que no está reglamentada.

-¿Qué perfil de gremio imaginaban cuando asumió la conducción de Pelandino? ¿Qué pudieron concretar y qué no?
-Nosotros teníamos un sindicato muy personalista (el gremio estaba encabezado por Edgardo Massarotti) y lo que logramos es federalizar la conducción. La mesa provincial estaba integrada por toda gente de Paraná. Y nosotros pasamos de 7 a 14 seccionales, una organización en cada departamento. Cada seccional hace su elección cada cuatro años de toda la conducción de quince miembros. Esto supone una mayor organización que les garantiza autonomía a las seccionales. Tienen autonomía política y económica porque de los aportes, el 60 queda en la seccional; el 30 por ciento va a ATE nacional y sólo el 10 se asigna a la provincia. Entre Ríos es la provincia que más seccionales tiene, encima nuestro está solamente Buenos Aires. Logramos despersonalizar la conducción. Hoy tenemos una conducción totalmente colegiada, con los catorce secretarios generales de seccionales lo que implica una mesa de conducción mucho más amplia. Esto implicó, como contrapartida, un desfinanciamiento hacia el Consejo Directivo provincial. Por otro lado, cuesta remontar el revés político que tenemos en Paraná. Asumimos con menos de 1.500 afiliados, que es el fondo de financiamiento más importante para la conducción provincial. Hoy tenemos más de 3000 afiliados en Paraná. De todos modos estamos lejos de los seis mil históricos de las jornadas más gloriosas de ATE.

-¿Cuáles son las jornadas más gloriosas?
-La de la presencia fuerte de la clase trabajadora, esa conciencia que se tenía en otros tiempos y que se ha apagado. Sucede que hay mucha gente nueva, que entra por contactos políticos, sin carrera administrativa. Después, rige el acomodo y nos vamos desacoplando. En un organismo tenés horas extra, categoría, en otro, otro régimen con lo cual hay distintos sectores que se van alejando de lo que el gremio reclama. Además, hay dos estados en la provincia, uno desde Avenida Ramírez para acá, otro saliendo de la provincia. El interior es otro mundo.

-Esto de la “federalización” deriva en que ¿haya más apoyo a la acción de ATE en el interior que en Paraná? ¿O la percepción, la crítica o la adhesión es homogénea en toda la provincia?
-Hemos apuntado a dar organización. Es un desafío porque las seccionales ganaron autonomía política. Hay mucha discusión entre los compañeros, mucha discusión política cruzada por un montón de cosas. Se ha perdido homogeneidad. De la Ley de Emergencia para acá todo ha venido en soluciones parciales por repartición y en ese marco, tenemos sectores muy postergados como los auxiliares de educación.

-Como fundador de CTA Entre Ríos, ¿Qué le significa la fractura de la CTA? ¿Es natural que suceda? ¿Debe apostarse a la reunificación, en qué condiciones debiera darse?
-Me rompe las pelotas la fractura de la CTA. La han llevado al mismo nivel de la CGT. Las peleas personales, las ambiciones personales han llevado a que nos defrauden a miles de argentinos que pusimos muchas cosas en la construcción de la CTA. Y ATE fue el más perjudicado porque puso el recurso humano, puso la plata y la esperanza que es lo que más nos rompieron. (Pablo) Micheli y (Víctor) De Gennaro nos decían que la ruptura era con (Hugo) Yasky que estaba al lado de (Hugo) Moyano. Y ahora Yasky está al lado del poder y ellos al lado de Moyano, junto con (Luis) Barrionuevo, con la Mesa de Enlace. Ahora los enemigos eran los compañeros del IDEP (Instituto de Estudios de sobre Estado y Participación – CTA) que son funcionarios como Roberto Feletti, Mercedes Del Pont que fue una de las que más trabajo por el Seguro de Empleo y Formación cuando hicimos la consulta popular en todo el país. También estaba Beatriz Fontana en el IDEP, Artemio López, el mismo Edgardo Depetri. Ellos son enemigos, más enemigos que Raúl Alfonsín con quien no tienen problemas en hacer acuerdos. Y lo ves a Yasky, que lo que menos hace es sindicalismo. Es un alcahuete del poder, que conduce una CTA vacía de sentido.

-Ni Micheli ni Yasky.
-No. Son los responsables de la fractura, junto con De Genaro y la conducción nacional. Nosotros, desde Entre Ríos planteamos que, a pesar de las dificultades, hemos avanzar en un camino de trabajo conjunto con Agmer que pretendemos contagiar en todo el país. Estratégicamente, es mejor sentarnos a discutir juntos con la patronal.

-Del 2003 a la fecha, las organizaciones gremiales se han definido casi siempre por los niveles de acercamiento o distancia del gobierno nacional. ¿Es cooptación o puesta en marcha de la agenda que traían esas organizaciones?
– Es una perfecta cooptación. Y encima, uno de los problemas que va surgiendo entre los sectores progresistas que adhieren al kirchnerismo es el ‘si Cristina’ sin capacidad mínima de una posición crítica. Lo que antes veían como piso ahora es el techo. Se puede reclamar por el tema salarial, por el impuesto a las ganancias, contra la ley antiterrorista, contra la ley de las ART y movilizar para recibir la Fragata Libertad. Ese sería un equilibrio justo porque no podés olvidarte que representás a una masa de trabajadores que necesitan avanzar.

-Hay una complicación para ATE porque, de un lado, hay reclamos salariales pendientes; del otro, cuando ATE nacional convoca a un paro ustedes no movilizan por no “abonar” a la foto de Micheli, Barrionuevo, la Mesa de Enlace.
– Nosotros tenemos una postura clara. Somos orgánicos con ATE nacional y no respondemos a ninguna de las dos CTA porque queremos la unión de la CTA. Si hay paro nacional, tenemos que acatarlo, siempre que se discuta según los estatutos porque un paro de ATE no es convocado por la Mesa de Enlace. Lo que si no nos prestamos, no acompañamos la movilización porque no estamos de acuerdo con los aliados.

-¿Y que se hace entonces?
– Estamos planteando un plan de lucha propio en la CTA Entre Ríos. Apostamos al marco de unidad, al menos la unidad estatal entre ATE y Agmer.

-¿Qué responden cuando militantes sindicales los tratan de traidores?
-No les respondemos. Son los sectores que perdieron en ATE. Se arrogan una representación que no tienen. Están en la CTA pero son la minoría. Se manejan con mentiras, no construyen nada, todo lo que tocan destruyen. No hay ninguna posibilidad de unidad. Terminan siendo serviles al poder.

-La reforma previsional, ¿está en la agenda del gobierno?
-Hace rato. Pero no están dadas las condiciones políticas ni es el tiempo de que puedan avanzar con eso. Nuestro sistema es muy bueno, está en el pedestal del país. Hay urgencias de caja, pero el mismo (Daniel) Elías nos ha dicho que hay un montón de situaciones que pueden encararse. Como primera medida, terminar con los contratos de obra.

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