Paraná estuvo en el listado inicial de las 30 ciudades que en 30 días se proponía recorrer Mauricio Macri en su gira nacional en busca del milagro electoral que lo deposite en un balotaje con Alberto Fernández.

La capital entrerriana reunía las condiciones para el objetivo que se había propuesto la marcha del #SiSePuede: buscar recuperar el voto del electorado que había acompañado a Cambiemos en 2017 y que ahora, crisis mediante, le había dado la espalda. En Paraná hay mucho de ese voto. Quizá más que en ningún otro lugar de Entre Ríos.

Pero cuando la gira de campaña tocó la provincia, las ciudades elegidas fueron Concepción del Uruguay y La Paz. La elección de esos destinos tenía sus razones, que Página Política explicó oportunamente:

También sumó un breve paso por Basavilbaso, en el que la visita oficial y la campaña terminaron ocultándose mutuamente.

Paraná, en cambio, presentaba riesgos. Macri no podía visitar la capital provincial sin tomar contacto con el intendente Sergio Varisco. Y el principal referente político de Cambiemos en el distrito pasaba por un mal momento: la foto que lo mostraba sentado en el banquillo de los acusados en una causa por narcotráfico había sido publicada por todos los medios porteños apenas unos días antes. No era, por cierto, la mejor imagen para una campaña electoral.

Pero ahora Macri va a venir finalmente a Paraná. El ministro del Interior Rogelio Frigerio lo confirmó este lunes a la noche. El Presidente aprovechará su presencia en el debate presidencial del domingo 13 a la noche en la ciudad de Santa Fe para visitar al día siguiente la capital de Entre Ríos.

Es todo lo que se tiene confirmado. Lo demás se presume. El jueves visitarán Paraná miembros del equipo de campaña para definir cuál será la locación del acto en la ciudad. Dependerá, en buena medida, de la promesa de campaña que elija lanzar.

Entre la decisión de dejar afuera de la gira a Paraná y volver a incluirla ocurrió la agresión a Varisco.

Cuando el lunes Macri venga en paso de campaña a Paraná, el Intendente seguirá convaleciente de la operación de cadera a la que debió ser sometido tras la fractura que sufrió como consecuencia de la agresión.

Varisco no está para campañas. Pero, si quisiera, Macri podría interesarse por su salud. Fue llamativo su silencio y el de la primera línea del gobierno nacional en torno a la agresión a un intendente electo por la voluntad popular, que mereció el repudio del hecho y la solidaridad con la víctima de parte del conjunto de la dirigencia política entrerriana, con independencia de su color político.

Como fuere, está claro que el comando de campaña de Macri ve en Paraná a una ciudad en la que pueden recuperar muchos votos. Aquí, además, Cambiemos se dio una organización distinta para las elecciones generales, que en buena medida tiene que ver con una necesidad de supervivencia política de la dirigencia local.

Naturalmente, se trabaja sobre la hipótesis de revertir el resultado. Algo que asoma no tan imposible como en otros lugares del país. En las PASO de agosto perdieron por 9 mil votos en Paraná. Respecto de la última elección nacional de 2017 (que habían ganado en toda la provincia) cayeron en la capital unos 30 mil votos que explican, en buena medida, en los que ahora fueron para Roberto Lavagna, José Luis Espert y José Gómez Centurión.

Se podría decir que hay dos campañas: una dirigida a los votantes de Lavagna, Espert y Gómez Centurión, más los que votaron en blanco y no fueron a votar en las primarias; y otra que apunta a una mayor organización para la elección general, con más fiscalización y trabajo territorial en seccionales, en particular de la zona oeste de la ciudad, donde la ventaja peronista fue más holgada.