Con la imagen retroproyectada del conocido mapa de América Latina invertido (pintura del uruguayo Joaquín Torres García), Toni Puig comenzó su conferencia en la Cumbre Mundial de Comunicación Política que sesionó la semana pasada en Buenos Aires.
El disertante, uno de los inventores de Barcelona como marca, expuso acerca de lo que, él entiende, es “la revolución pendiente” en América Latina y que pasaría por pensar y hacer política desde las ciudades. Fue el miércoles, primera jornada del congreso del que participó Página Política.
“Los políticos siempre llegan tarde”, dijo e ilustró su sentencia con la imagen de los inundados en La Plata. Aconsejó advertir que no pueden llegar tarde también a “la construcción de una red de ciudades, a la consolidación de la marca ciudad” que haga posible el desarrollo de los países de América Latina.
Marcó las crisis que devienen de que “los intendentes, los alcaldes” siempre se sienten “estando de paso en el gobierno de las ciudades, justo allí donde están todas las situaciones complicadas que hay que resolver”. Cuestionó que para los presidentes municipales la ciudad sea “siempre un peldaño más de la escalera” con lo cual apuestan entonces “al cortoplacismo, a hacer algo que se note en los cuatro años pero cuatro años nunca alcanzan para cambiar la vida de una ciudad”.
Criticó que “los intendentes, los alcaldes” quieran en realidad ser “gobernadores, ministros, presidentes o simplemente ricos, con lo cual siempre tienen la mirada en otro sitio”. “¡Chicos, ser presidente de un país es una ordinariez, todos quieren lo mismo!”, ironizó y llamó a poner “todas las arcas públicas en los municipios porque es ahí donde tienen que estar porque ahí están los problemas”.
“Los países se transforman cuando los intendentes cambian la vida de la gente en las ciudades”, dijo e insistió con esta idea al marcar que es función de los gobernadores “coordinar desde un liderazgo motivador a que todas las ciudades sean emergentes, todas aporten en la bicicleta de la provincia, que todas pedaleen”.
“La gran revolución pendiente es creer en las ciudades, la gran revolución es evitar intendentes que se limiten a obedecer. Los intendentes que sólo obedecen hacen ciudades donde nunca pasa nada”, sentenció.
“China crece porque hay una red de ciudades, España creció, pese a la crisis de ahora, porque hubo siete intendentes que empujaron desde las ciudades”, puso como ejemplos.
Hacia el final de su disertación, planteó la urgencia, la tarea “inaplazable” de definir “que ciudad queremos ser”, aconsejó apostar a “un equipo no partidario porque la inteligencia no se encuentra solo en nuestro partido”, exhortó a que las ciudades tengan “un directivo de marca que inicie y continúe el proceso”.
Desde su perspectiva es posible “en 180 días presentar un plan de marca”. “En 20 días, no más, es posible consensuar, consultar a ciudadanos, organizaciones, a la oposición acerca de la ciudad que queremos ser, los ejes de la marca ciudad. No hace falta más tiempo, eviten formar una comisión”, dijo y finalmente exhortó: “Al día 200 empiecen a correr hacia la ciudad que definieron. Y no paren por nada del mundo”.
