Lo que sucede por estas horas sería el primer paso de un enfrentamiento que seguramente tomará volumen en un tiempo no muy lejano. La presidencia del bloque de Cambiemos, aún sin decidirse, ancló en Entre Ríos la interna en la oposición. Sergio Kneeteman quiere seguir en la presidencia y cuenta con el apoyo de los radicales alineados a la figura de Atilio Benedetti. Enfrente está el PRO que, pícaros, proponen a una radical para renovar la presidencia. María Alejandra Viola es el nombre.
En el radicalismo entienden que Kneeteman se ha desempeñado de manera tal que no es necesario rotar la presidencia, pese a que en su momento hubo un acuerdo. Alegan en esa trinchera que se aprobaron todos los proyectos que solicitó Mauricio Macri, en rigor Rogelio Frigerio; y que se introdujeron cambios a proyectos importantes del oficialismo para luego aprobarlos por unanimidad.
En el PRO eso lo reconocen y no hay impugnaciones al desempeño del radical. Simplemente quieren que se respete el acuerdo como sucede en el Senado.
La cuerda se sigue tensando y las negociaciones son observadas minuto a minuto desde Buenos Aires por ambos lados, esto es por Benedetti y Rogelio Frigerio. Fuentes de una y otra trinchera reconocieron ante Página Política que sobre la mesa se puso un plan B: partir la bancada. De un lado quedaría la UCR y del otro el PRO. Todos confluirían en el interbloque de Cambiemos. La idea la tiraron del lado de Kneeteman. En el ejército de Esteban Vitor creen que no es conveniente e insisten con una salida consensuada. La figura propuesta de Viola se pudo haber desinflado luego de que sea elegida como vicepresidenta segunda de la cámara.
La pelea de fondo es mucho más que la presidencia de la bancada. Es el 2019. No está decidido si Frigerio será candidato o tiene pretensiones de gobernar la provincia. Lo que sí se conoce es que Benedetti quiere y en 2015 tuvo que ceder para que Alfredo De Angeli encabece la boleta.
El radical de Larroque, que acaba de asumir su banca en la Cámara de Diputados de la Nación, se adjudica buena parte de las elecciones legislativas, lo que le permite entusiasmarse con la carrera a la Gobernación. En el PRO se hace silencio.
