
“No hay bendecidos”; “se terminó un ciclo”. Esas palabras se le pueden atribuir a Gustavo Bordet si se lo consulta sobre las internas para conducir el PJ.
Es lo que piensa. Entiende que el que quiera se anote. Y quienes creen que debe ser él quien conduzca, por ser el último gobernador, la respuesta es negativa.
En su entorno mandan a leer la última oración del tuit en el que anunció el cronograma el viernes pasado: “Hay personas muy valiosas capaces de producir renovaciones en nuestra fuerza política de cara al futuro”.
Un gesto premonitorio a esa definición pudo haber sido el encuentro con los intendentes de San José, Gustavo Bastian; de Feliciano, Damián Arévalo; y de Aldea San Antonio, Mauro Díaz Chávez; luego de ser reelectos.
La última vez que el Partido Justicialista tuvo un presidente que no era gobernador fue Jorge Busti, que por entonces presidía la Cámara de Diputados. Pero al poco tiempo dejó la conducción en pleno conflicto con el campo y cuando su enfrentamiento con Sergio Urribarri ya era a cielo abierto. El fallecido mandatario decidió crear su propia fuerza: el Frente Entrerriano Federal (FEF). El caso anterior de un presidente del Consejo Provincial del PJ que no ostentaba el cargo de gobernador fue Augusto Alasino, durante la gestión de Sergio Montiel.
Como aquella vez, es decir antes del 2003, el peronismo se propone a renovar sus autoridades en el marco de un gobierno opositor. Para ese lugar, durante las últimas dos décadas, no hubo demasiado interés. Se siguió la tradición: el gobernador preside su partido.
No obstante, el PJ no muestra interés en estas cuestiones. La Liga de Intendentes e Intendentas no ha definido conducción. Tampoco se ha dejado trascender algún nombre. Se estima que Rosario Romero puede llegar a tener un interés por haber sido quien convocó a la primera reunión. Especulaciones.
Si el PJ tiene personería jurídica es porque el juez federal con competencia electoral, Leandro Ríos, se apiadó. No se había redactado una prórroga en tiempo y forma.
Adrián Fuertes, por ejemplo, ha dicho que la conducción del partido o la Liga, si no discute la derogación de la Ley Castrillón y la elección a dedo de quien debe ser el senador o el diputado del distrito, no tienen razón de ser.
Cuando el peronismo no había dejado el gobierno y se estableció el primer cronograma -luego suspendido por superposición con las elecciones PASO y generales- el único anotado era Domingo Daniel Rossi. Sigue en carrera.
Presidir el partido, para un intendente, puede ser complejo. Estaría obligado a cuestionar al gobierno provincial o al gobernador sabiendo que necesita de una buena relación para la gestión. Ante este cuadro de situación, otro intendente consultado, preguntó irónico: ¿Cuántas solicitadas se firmaron en contra de Mauricio Macri?.
El 17 de febrero será el día límite para presentar lista, mientras que el 10 de marzo los peronistas deberán elegir nuevas autoridades si es que no prima la unidad o el desinterés.
Fuente: Página Política