
Si el 19 de noviembre será sin dudas un día que fijará el puntapié inicial de una reconfiguración del escenario político nacional, el 22 de octubre pasado lo fue para Entre Ríos. Con el triunfo de Rogelio Frigerio se dio por finalizado un proceso que cumplió 20 años. No se sabe si los cambios que se vienen serán de maquillaje, profundos o solo enunciaciones. El 10 de diciembre empieza a correr el tiempo para el nuevo jefe de Estado entrerriano.
El peronismo retuvo territorios importantes con referentes de trayectoria. Es el caso de Rosario Romero en Paraná; José Eduardo Lauritto en Concepción del Uruguay; Adrián Fuertes en Villaguay; y Domingo Daniel Rossi en Santa Elena.
Hay, también, un grupo de intendentes sub 45 que la ola de Juntos por el Cambio no los alcanzó. Es el caso de Damián Arévalo en Feliciano; Gustavo Bastián en San José; y Mauro Díaz Cháves en Aldea San Antonio (Departamento Gualeguaychú).
Arévalo asumió su primer mandato con 37 años luego de haberse desempeñado como asesor legal de Silvia “Nené” Moreno. Antes de recibirse de abogado en la Universidad Católica Argentina, tuvo su paso por la Universidad Tecnológica, también en Paraná. Su primera incursión o, más precisamente, acción política, fue haberse movilizado en 2001 con un grupo de estudiantes hasta la Biblioteca Popular donde debía sesionar la Cámara de Diputados, que pretendía iniciarle juicio político a Sergio Montiel. Raro, su padre era un reconocido radical de la zona.
El dirigente, que hoy tiene 42 años, se impuso hace dos domingos con el 49 por ciento de los votos. En segundo lugar dejó al candidato de Juntos por el Cambio, Nelson Vega, enrolado en las filas de Pedro Galimberti. Para el justicialista su adversario era un muy buen candidato con notable visibilidad. Había sido jefe de Abigeato en la Policía, pero además fue quien ingresó en la Departamental de Concordia cuando fue tomada por insurrectos en aquella crisis de 2014 y apareció golpeado ante las cámaras de televisión.
El peronismo de Feliciano también se quedó con la banca en el Senado con Gladys Domínguez. Arévalo, por su parte, atesora una estadística que no es para repetir pero sí para jactarse. En 2021 Feliciano fue la única ciudad que no se pintó de amarillo cuando su fuerza fue arrasada en la primera elección de Frigerio por estas pampas.
Díaz Cháves tiene 36 años y ganó con el 48 por ciento de los votos en un lugar donde Javier Milei no presentó lista. Se venía desempeñando como intendente, pero dejó el cargo para hacerse cargo de la Delegación Norte del Enosha, que abarca Entre Ríos, Corrientes y Misiones. Luego, como Enrique Cresto, volvió al Municipio.
En política se inició durante el segundo gobierno de Sergio Urribarri y cuando el kirchnerismo estaba en su mejor etapa. Sin ocupar cargo estuvo cerca de Lautaro Gervasoni que ocupó la Secretaría de la Juventud. Luego, ya en el gobierno de Bordet, asumió como director de Juntas de Gobierno con Mauro Urribarri en el Ministerio de Gobierno, cargo que continuó en la etapa de Romero. No pertenece a un espacio interno concreto, prefiere hablar de pares con los que lo unió la gestión, por caso el intendente de Larroque, Leonardo Hassel, que acaba de perder por 8 votos.
Al igual que Arévalo se mostró en favor de la Boleta Única Papel (BUP). Díaz Cháves, en cambio, cree que habría que antes pensar en eliminar las PASO. Entiende que no se le puede adjudicar a la gente en general una disputa partidaria, más aún en estos tiempos de antipolítica.
Bastián fue reelecto en San José con el 51 por ciento de los votos. A los 34 años asumió su primer mandato cuando destronó al vecinalismo que, en esas tierras, venía gobernando sin inconvenientes. Para llegar a la Municipalidad fue a una interna, pero una vez superada convocó a los otros sectores, entre ellos el del ex diputado, Eduardo Jourdan.
El dirigente dio sus primeros pasos en la política cuando se instaló en Buenos Aires durante el primer gobierno de Bordet, donde mantuvo un acercamiento con el ex intendente de Colón, Hugo Marsó. Desembarcó en la Dirección Nacional de Migraciones, en el puente internacional.
Como Arévalo, mantiene una buena relación con toda una generación que ocupan lugares ya hace unos años en la función pública. Se sumó al grupo de la diputada nacional Carolina Gaillard, cuando estaba en la Casa de Entre Ríos. Allí estaban Federico Pietro, hoy funcionario del Ministerio de Cultura de la Nación; y Javier Orduna (hijo de Hernán Orduna). Si hay que fijar un año en que se gestaron estas relaciones, fue el 2010, tras la muerte de Néstor Kirchner.
En septiembre del año pasado se reunieron los tres intendentes en un encuentro donde intercambiaron experiencias de sus gestiones y delinearon “una agenda común de cara al futuro”. Ese futuro se ratificó en las urnas hace dos semanas.
Fuente: Página Política