Por Álvaro Gabás*
Ya sancionada la “Ley Bases”, la atención social se enfoca en los efectos y consecuencias que de aquí ramifican para toda la Nación.
Tal como ya estamos acostumbrados, Javier Milei marca la agenda en los medios y debates públicos y las provincias aprovechan la coyuntura. Mientras los ruidos de la política confluyen en Balcarce 68, las problemáticas y dificultades de la provincia persisten ante este escenario. Tanto es así que ha pasado desapercibido el aumento de la presión tributaria provincial al sector productivo. Esta presión tributaria se entiende como el total de recaudación propia respecto del Producto Bruto Geográfico (PBG), conocida en la jerga económica, como presión tributaria provincial real.
El Índice Sintético de Actividad Económica de Entre Ríos (Isaeer), cuya elaboración, está a cargo de manera conjunta por el Gobierno provincial, la Facultad de Ciencias Económicas (UNER) y el Consejo Empresario de Entre Ríos, mostró que la actividad económica de Entre Ríos cayó un 6,02% en el primer trimestre de 2024, es decir que la caída se encuentra por encima del promedio nacional. Dicha contracción económica es una de las más profundas de los últimos 15 años, junto con la que se dio en el marco de la pandemia por Covid-19.
Entre los sectores con mayor reducción interanual, se posiciona el patentamiento de autos usados con un decrecimiento del 25,8%, el consumo de combustible con un 6%, la energía eléctrica con el 7,7% y la molienda de granos con una caída del 1,9%.
La otra variable importante para este análisis son los ingresos por recaudación de tributos provinciales. Según los datos publicados por el Ministerio de Economía de la provincia de Entre Ríos, en los primeros cinco meses del año la recaudación total propia alcanzó los 210 mil millones de pesos, con una caída real de 7% respecto del mismo período del año anterior. Respecto de los recursos por coparticipación y transferencias nacionales, la provincia tuvo una caída del 24% interanual –medido con mayo del 2023-.
Si bien en informes anteriores lo hemos advertido, ahora se puede ver una evolución del ajuste nacional por ingresos hacia la provincia. En términos absolutos, el guarismo alcanzó a 671 mil millones de pesos por coparticipación cuando se deberían haber transferido 832,4 mil millones de pesos.
El sector productivo entrerriano debería estar en conocimiento del aumento de la presión tributaria. No solo porque es un factor de costos en el proceso económico de cada sector, sino porque, además, la actividad económica se redujo, lo cual en términos relativos hace que los costos tributarios aumenten. Mientras tanto, no está prevista una reforma tributaria provincial que procure una mejora de la competitividad entrerriana o bien, que genere un horizonte de alivio para los sectores económicos más oprimidos.
Como se puede visualizar en el gráfico, el impuesto provincial que más aporta a las arcas provinciales es el Impuesto a los Ingresos Brutos. El mismo representó el 77% de los ingresos provinciales propios. Corresponde destacar que, el año anterior, en el mismo período, representó el 72%. Dicho impuesto es el que más controversias acarrea en los sectores productivos porque su naturaleza jurídica condiciona el crecimiento o desincentiva el desarrollo económico y es un tributo que afecta las cadenas productivas y el fomento a la inversión local.
Este aumento de la presión tributaria provincial debería reducirse o compensarse con otros impuestos provinciales, que tengan como hecho imponible el patrimonio y no los ingresos brutos como sucede actualmente.
En el cuadro, además, se puede visualizar que el impuesto Inmobiliario, el Automotor y el de Sellos constituyeron, en mayo de 24, el 9%, 7% y 6% respectivamente de la recaudación.
Fuente:
• Dirección de Estadísticas y Censos de ER
• Gobierno de Entre Ríos
*Exsecretario de la Producción, contador del Centro de Estudio de Desarrollo Macroeconómico
Fuente: Página Política